Un jurado de incompetentes

Decir que la lista de premios no hay quien la entienda es bondadoso, pero si torcemos la mirada con un poco de malevolencia caeremos en la cuenta de que en realidad se entiende muy bien: está hecha por incompetentes, por analfabetos en cinematografía.El doble Oso de Oro, al igual que el Premio Especial Alfred Báuer, es defendible por el lado de Las alondras, de Menzel, sin reserva alguna. Por el de La patrulla, de Rogoschin, con menos reservas aún. Pero en lo que respecta a Caja de música, con una importante reserva.

Es Caja de música una buena película, pero tiene un imperdonable fallo que el jurado no ha olido: el magnífico guión de Joe Esterhas se ve materialmente en la pantalla, y cuando esto ocurre cualquier mirada solvente sabe que algo no funciona en la dirección de la película. Para ser buena, una dirección ha de lograr inexcusablemente que el guión, por extraordinario que sea, no se perciba. En Caja de música el guión se ve, y por tanto, no está bien realizada por Costa Gavras.

Pero esto es calderilla e ignorancia al lado del tesoro de analfabetismo que supone dar el Premio Especial del Jurado a un filme como el de la rusa Muratova El síndrome asténico, que tiene desgarro y talento dentro, pero de forma tan desequilibrada que junto a secuencias excelentes Incluye otras de aficionada. Pero la bizquera con que los linces del jurado han discernido este premio se convierte en ceguera al premiar películas como Black snow (China), Coming Out (Alemania Oriental) y Silent scream (Reino Unido). El triple disparate es tan mayúsculo que no caben blanduras. Sólo puede ser consecuencia de deficiencias mentales del jurado o de algo peor.

Recurramos de nuevo a la mala uva, que en estos casos suele funcionar. En la lista de premios -y con justicia- está la película alemana occidental La niña rebelde, que es una crítica muy simpática, dulce y digerible contra el estercolero nazi que todavía hiede bajo la vida alemana. Pero, ¿por qué, en cambio, no está la también alemana occidental Bienvenidos, una excelente película que abre en canal las tripas de ese nazismo latente en la RFA? ¿No estarán aquellas pésimas películas china, alemana oriental y británica simplemente ocupando lugar y de esta manera cerrando el paso al tremendo filme antinazi de Hark Bohm, el mejor y más corrosivo heredero del cine de Fassbinder?

Los síntomas de que estamos ante un reparto de premios sutilmente envilecido por la política están ahí, a la mano, para que los vea quien quiera verlos.