Moscú respetará el deseo alemán de reunificación

El presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, y el canciller alemán, Helmut Kohl, están de acuerdo en que tanto la unificación de Alemania como los plazos y las vías para conseguirla es algo que deben decidir los mismos alemanes. "Gorbachov me dijo claramente que si los alemanes deciden vivir en un solo Estado, la Unión Soviética respetará esta decisión", declaró Kohl anoche en una conferencia de prensa dada tras las conversaciones mantenidas en el Kremlin.

Kohl se entrevistó durante dos horas y media a solas con Gorbachov, mientras otro tanto hacían los ministros de Asuntos Exteriores soviético y alemán, Edvard Shevardnadze y Hans-Dietrich Genscher, respectivamente. Luego, Gorbachov y Kohl tuvieron una reunión ampliada, en la que participaron ambos ministros.El problema alemán "puede ser resuelto sólo sobre la base de las realidades existentes o partiendo de ellas", según el canciller alemán. En el proceso de unificación, Alemania Occidental y la República Democrática Alemana "deben actuar con prudencia y sentido de la medida".

Kohl subrayó que "el problema de la seguridad adquirirá una importancia extraordinaria en este proceso, y nosotros queremos discutir el problema con nuestros amigos en Washington, París y Londres. Estoy convencido de que lograremos encontrar una solución común".

En el comunicado oficial que da cuenta del encuentro de los dirigentes alemán y soviético se dice que el pueblo alemán "debe elegir en qué formas estatales, en qué plazos, a qué ritmo y en qué condiciones realizará la unificación". "Al resolver su problema nacional, los alemanes deben tener en cuenta las realidades, que hubo una guerra y que tanto ella como el período posbélico deja ron una herencia", según advierte el comunicado.

"El acercamiento alemán no debe dañar los resultados positivos del proceso europeo, las relaciones entre Este y Oeste en general ni destruir el equilibrio europeo. Por eso sólo es aceptable la política que toma en cuenta todas las realidades y todas las posibles consecuencias: en la política interna y exterior, económicas y, por supuesto, la reacción psicológica, tanto de los alemanes como de los otros países, sobre todo en aquellos que participa ron en al guerra", señala el documento.

El tema de la revisión de las fronteras "es uno de los problemas centrales, que está relacionado con el proceso europeo", había declarado poco antes de las conversaciones Kohl-Gorbachov el ministro de Asuntos Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze.

Los países del continente deben tener "plenas garantías de que las fronteras de posguerra no serán cambiadas", subrayó Shevardnadze en la conferencia de prensa al término de la visita del secretario de Estado James Baker, con quien también se discutió el problema alemán.

Respetar las fronteras

Edvard Shevardnadze dijo que el problema de las fronteras era "contradictorio, ya que, por una parte, en algunos discursos de políticos de Alemania Occidental a menudo se ha subrayado que es necesario respetar las fronteras actuales".

"Por otra parte, todavía existe la resolución del Tribunal Constitucional, de acuerdo con la cual el Tercer Reich sigue existiendo en los límites del año 1937, y algunos agregan que en los de 1938. Esto afecta ya a los intereses de Austria y a algunos Estados más. Ésta es verdaderamente la cuestión de las cuestiones", declaró el ministro soviético.

Esta última manifestación del ministro de Asuntos Exteriores de la URSS podría, en opinión de medios diplomáticos occidentales, lanzar a Austria al juego de la remodelación europea. Austria es un país neutral en virtud del Tratado de Estado firmado en 1955 con la garantía de las cuatro potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial.

Sobre una futura Alemania unida, Shevardnadze dijo que "la neutralización de Alemania es una antigua y buena idea", que la URSS había propuesto "ya en los años cincuenta, inmediatamente después de la guerra. Quiero precisar que desde un principio fuimos partidarios de la unidad del pueblo alemán. Pero éramos partidarios de una Alemania neutral y desmilitarizada".

Shevardnadze se mostró contrario a que el futuro Estado alemán unificado perteneciera a la OTAN, como quiere Alemania Occidental. "Si hablamos seriamente de nuestros intereses comunes, de garantizar la estabilidad en Europa, debemos tener en cuenta tanto los intereses de los países que pertenecen a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como los de aquellos que son miembros del Pacto de Varsovia. Sólo sobre estas bases podemos asegurar a nuestros pueblos la estabilidad y la paz en Europa", advirtió el dirigente soviético.

Sin embargo, el canciller Kohl rechazó categóricamente la posibilidad de "la neutralidad de la Alemania unificada", y Genscher repitió su proposición de que el actual territorio de la RDA, en caso de unirse a la Alemania Occidental, no fuera integrada en la OTAN.

Al mismo tiempo, Helmut Kohl corroboró que nunca más la guerra será desatada desde tierra alemana, reforzando esta aseveración al decir que "de la tierra alemana ahora debe salir sólo paz".