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Una ciudad sitiada por el humo amarillo

Los vallisoletanos desconocen el elevado y peligroso índice de contaminación atmosférica por dióxido de nitrógeno que soportan todo el año

Valladolid es una ciudad saturada de tubos de escape libre, amiga de las nieblas persistentes y prisionera de humos pardos contaminantes de todos los colores. No se diferencia en esto de otras muchas ciudades españolas, pero en la capital castellana, la factoría Nitratos de Castilla (Nicas) emana por sus chimeneas dióxido de nitrógeno (NO2) en grandes cantidades y desde hace 40 años. Según el Instituto Nacional de Toxicología, la inhalación continuada de este gas puede provocar molestias respiratorias, temas pulmonares agudos, cefaleas, vértigos, hipotensión arterial y bronquiolitis. Una querella criminal por delito ecológico contra Nicas, admitida a trámite, ha sido ampliada ahora.

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Los habitantes de Valladolid, están acostumbrados a las nieblas densas y a los humos amarillos. espiran, en cantidades elevadas, el dióxido de nitrógeno y otros variados gases, pero no pairecen muy conscientes de su peligro potencial.Hace unos meses, una institución de carácter privado denomiada Instituto Español de Cienas Ambientales (IECA), que al parecer no está oficialmente registrado, interpuso una querella criminal contra Nicas en el Juzgado de Instrucción número 2 de Valladolid por considerar que esa empresa está cometiendo un flagrante delito ecológico.

El juzgado admitió la querella y ahora ha sido ampliada. La querella alude también al alcalde de Valladolid, el socialista Tomás Rodríguez Bolaños, y al delegado del Gobierno, Domingo Ferreiro, como posibles responsables de estos hechos. Éste últiio ha excusado dicha responsabilidad, al admitir que las competencias en este caso son de la junta de Castilla y León.

Los querellantes, en cambio, excluyen en su denuncia de cualquier responsabilidad a la Junta, según fuentes del Juzgado de instrucción número 2 de Valladolid.

El consejero de Medio Ambiente de la Junta, José Luis Sagredo, del CDS, se negó a ofrecer cualquier tipo de información sobre el caso Nicas y comentó que éste era un problema de competencias.

Uno de los querellantes, el ecologista Carlos Carrasco, afirma que Valladolid es una de las ciudades europeas más contaminadas por óxidos de nitrógeno, hasta el punto de que en años anteriores y sobre todo durante los meses de enero, febrero, marzo, junio, julio y agosto, "el 30% del tiempo los niveles de contaminación registrados fueron de tercer grado, es decir, de alarma total. Hay datos de junio de 1988, por ejemplo, que demuestran que algunas estaciones de la red de contaminación atmosférica registraron 1.200 microgramos por metro cúbico de NO2, cuando la legislación sólo considera admisible un tope de 200 microgramos por metro cúbico".

Carrasco añade incluso, que en 1989 se produjeron en Valladolid cuatro muertes después de un episodio de este tipo, y que todos los trabajadores de Nicas, unos 300, tienen problemas de garganta.

Delito ecológico

Fuentes M juzgado que sigue el caso, y que prefieren mantener el anonimato, comentan que hay suficientes datos como para creer que Nicas está cometiendo un delito ecológico, pero prefieren omitir detalles porque las investigaciones están bajo el secreto del sumario. El juez del caso ha pedido a los responsables de dos hospitales de la ciudad que le envíen una relación de los enfermos ingresados por neumonía entre 1986 y 1989. Uno de estos centros, el Pío del Río Hortega, ha elaborado un informe retrospectivo al respecto. "No creo que sea oportuno dar esta información, porque el asunto está sub iudice, pero no vamos a sacar conclusiones tan tajantes como que se han podido producir nuertes provocadas directamente por la contaminación", explica el gerente de este hospital, Jesús Tejedor. "Nuestro estudio es retrospectivo y tiene un valor limitado. Es cierto que tenemos un número importante de enfermos respiratorios. Y los ingresos de 3 asmáticos y bronquíticos crónicos aumentan cuando hay fases de anticiclón o niebla sobre la ciudad, pero no se puede relacionar la contaminación con posibles muertes. Valladolid no es diferente a otras ciudades en ese aspecto".

El jefe del servicio de neumología de este hospital, José Luis Carretero, admite que el 46% de los pacientes ingresados en ese hospital con enfermedades respiratorias tienen problemas de bronquitis, asma y enfisernia. También reconoce que sobre un 40% de los enfermos bronquíticos crónicos con procesos graves no suelen sobrevivir más allá de cinco años.

Procesos bronquiticos

En opinión del doctor Carretero, los factores que más influyen en la población vallisoletana afectada por problemas respiratorios son: el clima, la vejez, la pobreza, las malas condiciones de habitabilidad y el tabaco. "La polución atmosférica es uno más de los factores de riesgo, pero no hemos observado una mayor incidencia le ingresos entre unos días y otros. Nicas y los coches no benefician en nada, pero tampoco se ha demostrado que el NO2 tenga una acción lesiva directa sobre este tipo de pacientes con problemas respiratorios".

Por su parte, fuentes de la Consejería Municipal de Salud esgrimen unos datos del Instituto Nacional de la Salud (Insalud), según los cuales en Valladolid capital sólo existe un índice de 24 habitantes de cada 100.000 que tienen infecciones respiratorias agudas. También señalan que en esta ciudad castellana mueren 9,65 personas por cada 100.000 habitantes debido a procesos bronquíticos crónicos, mientras que la media nacional es de 28 muertes.

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