Los superhéroes están cansados
Los comics de superhéroes han arrasado el Salón Internacional del Comic de Angulema por segundo año consecutivo, aunque empiezan a dar muestras de fatiga.Con V pour Vendetta, Alan Moore ha conseguido, también por segundo año consecutivo, que una historieta con guión suyo haya conseguido el premio al mejor álbum extranjero traducido al francés, tal como hiciera en la pasada edición de 1989 con Watchmen.
Cuando Moore recogió el galardón se limitó a decir: "Me gusta más el álbum de Mattotti". Este dibujante italiano estaba nominado junto a Kramsky, su guionista, por Murmure.
Si en Watchmen Alan Moore trazaba un futuro inventado de los Estados Unidos, con Richard Nixon en la presidencia y con el recuerdo de Vietnam como una guerra ganada, en V pour Vendetta traslada la acción a Gran Bretaña, donde se ha impuesto un régimen fascista, combatido por un justiciero enmascarado, anarquista y de sexualidad no definida.
Alan Moore es uno de los autores británicos que más han profundizado en los comics de superhéroes norteamericanos, hasta tal punto que les han creado contradicciones y cuestionado su carácter de vigilantes.
Acabar con Batman
Sin embargo, es Dave McKean, otro autor británico, quien parece dispuesto a acabar definitivamente con Batman en el álbum Arkham Asylum, que sitúa la acción en un centro psiquiátrico controlado por el Joker, en el que se hallan internados los peores enemigos del hombre murciélago.
El delirio visual dibujado por McKean para mostrar la complejidad de la psique de "un personaje que no es una persona, es un hombre animal del que sólo vemos su sombra", según señala el autor, alcanza momentos de una brutalidad gráfica difícilmente descriptible.
Dave McKean no se recata en afirmar: "No me gustan los superhéroes en ninguno de sus aspectos y espero que Arkham Asylum suponga el fin de Batman".
La influencia de los comicbooks de superhéroes va más allá de las historietas, ya que este formato de edición es el utilizado para la última adaptación de una novela de Leo Malet por Jacques Tardi en Une gueule de bois en plomb, protagonizada por el inefable Néstor Burma.
Por contra, la edición en tamaño de libro de bolsillo de un número cada vez mayor de álbumes se revela como una de las mayores atrocidades sufridas por el comic.
Ya ne, sólo se remontan páginas, sino que una obra como Partido de Caza, de Bilal y Christin, aparece con viñetas mutiladas, lo que constituye un flagrante atentado, premeditado y con alevosía, contra la obra del autor.
Babelia
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