Doscientas mujeres utilizaron la píldora RU-486 para abortar legalmente en España
Doscientas españolas han abortado legalmente con la píldora RU-486 en los tres centros en los que se realiza el ensayo clínico de este producto. El éxito está entre el 75% y el 80%, ligeramente por debajo del obtenido en Francia, donde se utiliza el fármaco con prostagiandinas, según el ginecólogo del hospital Severo Ochoa de Leganés Javier Salmeán.
La experimentación de la RU-486 con personas que se prestaron voluntariamente a ello se ha realizado en dos fases, la primera de las cuales concluyó a finales de 1988 en el Hospital General de Valencia. Posteriormente se efectuó en el Hospital del Mar, de Barcelona y en el Severo Ochoa de Leganés, a punto de publicar los resultados del ensayo clínico. "Ahora todo está a punto para que la Administración se pronuncie sobre el interés sanitario del producto y su posible comercialización", explicó Javier Salmeán durante su intervención en las jornadas sobre el aborto, organizadas por la Comisión Pro-Derecho al Aborto, del Movimiento Feminista.El ginecólogo cree que Sanidad se encuentra en una fase de "tanteo" con los laboratorios Roussell-Uclaf, que ya comercializan la píldora abortiva en Francia desde 1988 con el apoyo del gobierno galo. Casi 50.000 franesas han utilizado este método abortivo, bajo estricta vigilancia médica y siempre en centros autorizados.
La RU-486 es un análogo de la progesterona que bloquea las acciones de esta hormona durante las primeras ocho semanas del embarazo. En el Severo Ochoa de Leganés, la píldora abortiva se ha administrado por vía oral, mediante tres comprimidos de 200 gramos el primer día. A los diez días la paciente se sometió a una ecografía y un análisis, que confirmó en la mayoría de los casos la interrupción del embarazo con expulsión del feto. Aproximadamente en un 10% de los casos, fue necesario realizar una pequeña intervención quirúrgica.
Javier Salmeán destacó las ventajas de este sistema mediante el cual se han realizado la mayoría de los abortos legales en el servicío que dirige. "Entre otras cosas, permitirá evitar los traumas síquicos y físicos del aborto quirúrgico", señaló el ginecólogo quien valoró positivamente el hecho de que sea la propia mujer la que se administre el fármaco. Los efectos secundarios que produce esta píldora se limitan a una "discreta astenia".
En las jornadas sobre la realidad del aborto en España se puso de relieve que el 95 % de los abortos legales se efectúan clínicas privadas. Salmeán entiende que no se acude a la sanidad pública, "porque la burocracia dificulta el acceso y además se hace una interpretación dura de la legalidad".
Existe un tercer factor, apuntado por el experto, como es la escasez de médicos dispuestos a realizar un aborto. "Hay una objeción alta por comodidad y porque este tipo de actuaciones no sólo no produce satisfacciones, sino que puede generar dificultades legales" concluyó.
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