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GOLPE AL CORAZÓN FINANCIERO

Asesinado el principal banquero de la RFA

Alfred Herrhausen, de 59 años, presidente del Deutsche Bank, el primer banco del país, y el hombre, sin duda, más importante de la economía y las finanzas de la República Federal de Alemania, fue asesinado ayer, a primera hora de la mañana, cuando salía de su domicilio particular en Bad Homburg, un pueblo residencial situado a unos 20 kilómetros de Francfort, por medio de una bomba accionada a distancia y supuestamente colocada en una bicicleta.

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La policía localizó poco después, en las cercanías de donde se hallaban los restos del vehículo en el que viajaba el financiero alemán, un detonador junto con una carta con el emblema de la estrella de cinco puntas y el dibujo de un fusil automático kalashnikov, símbolo del grupo terrorista Fracción del Ejército Rojo (RAF), en la que simplemente estaba escrito "Comando Wolfgang Beer" [nombre de un hermano del terrorista Henning Beer].El golpe propinado ayer por la RAF a la sociedad de la República Federal de Alemania es quizá el mayor de su ya larga, oscura y turbulenta historia. El efecto psicológico de alcanzar en la puerta de su casa y a menos de 500 metros del colegio de sus hijas al número uno de las finanzas, un personaje que a los ojos del ciudadano alemán occidental representaba, más incluso que cualquier político, la potencia del país y su proyección internacional, y cuando la RFA empieza a salir de su asignado papel descrito como "un gigante económico y un enano político", será dificil de superar.

La efectividad de los terroristas y el hecho de que hayan permanecido más de tres años sin actuar y sin que la policía ni los servicios secretos hayan podido localizarlos ni obtener información sobre ellos añaden una dosis considerable de angustia y temor ante su impunidad. La última acción de la RAF fue en octubre de 1986, en Bonn, en el mismo barrio gubernamental, cuando, también delante de su casa, asesinaron a Gerold von Braunmüehl, de 51 años, diplomático y ayudante personal de Hans-Dietrich Gensher, mientras estaba todavía junto al maletero del taxi que le había llevado del ministerio hasta su domicilio, disparándole dos tiros en la cabeza y otros cuatro en el cuerpo, para después llevarse su maleta, que contenía los documentos relativos al tratado INF.

Sin embargo, Von Braunmüelil ha sido de los pocos políticos víctimas del terrorismo. Por lo general, y significativamente -ya que responde también al grado de consideración social que reciben-, los atentados de la RAF se han dirigido a los hombres de negocios y empresarios. Una larga lista en la que se encuentran Juergen Ponto, el presidente del Dresdner Bank, el segundo banco de la RFA; el presidente de la patronal, Hans Martin Schleyer, y el directivo de la Siemens Karl-Heinz Beckurts.

Eran las 8.34 de la mañana cuando los autores del atentado hicieron estallar la bomba que, según la policía, estaba colocada en una bicicleta aparcada a unos 500 metros de la casa de Herrhausen, justo cuando pasaba el vehículo. Pese al blindaje del Mercedes, el financiero falleció al instante; no así el chófer, que se encuentra muy grave en un hospital de Francfórt. El único coche de escolta que le seguía no resultó afectado por la explosión.

Según testigos presenciales, se escuchó un ruido muy fuerte, semejante al que produce un avión al pasar la barrera del sonido, y el vehículo saltó varios metros por los aires, abriéndose al caer de nuevo al suelo todas las puertas, el maletero y el capó. La explosión rompió los cristales de numerosas ventanas en un radio de medio kilómetro y provocó el hundimiento del techo de una piscina cubierta que se hallaba a poca distancia del lugar, una zona residencial y arbolada, en la que la casa de Herrhausen, moderna y provista de considerables medidas de seguridad , no destacaba excesivamente.

La zona fue rápidamente sellada por la policía, que a lo largo de todo el día efectuó intensivos registros y paró a todos los automóviles y peatones que pasaban por allí tomando nota de su documentacion. Según la policía, cuyas informaciones fueron ayer extraordinariamente escuetas, la bomba que supuestamente estaba colocada en la bicicleta era de fabricación casera, si bien su potencia no cuadra del todo con esta descripción. De hecho, las primeras informaciones surgidas poco después de la explosión hablaban de un lanzagranadas, de un coche bomba o bien de un explosivo colocado en el interior del vehículo. Finalmente se supo que la bomba fue accionada con un cable, al parecer por un individuo vestido con un chándal quie fue visto minutos antes de la explosión cerca del lugar de los hechos.

Fuentes gubernamentales en Bonn admitieron que desde hacía algunos meses se tenían informaciones de que algunos mierlibros de la RAF podrían estar reagrupándose y preparando un atentado. De hecho, el director de la sucursal -parisiense del Deutsche Bank, Hesse Zu Leiningen, admitió ayer ante las cámaras de la televisión francesa que habían recibido el aviso de que "alguna acción contra nosotros podría estar preparándose para finales de mes", por lo que se reforzó la seguridad.

'Objetivo número uno'

Todas las fuentes consultadas por este periódico coinciden en que Herrhausen era el prototipo de objetivo número uno de la RAF. No sólo representaba el espíritu del capitalismo alemán occidental, sino que, como presidente del Deutsche Bank, había sido el artífice de que Dalmler-Benz, una empresa que ha sido, desde que, en 1926, el propio banco propiciara su fusión, el buque insígnia del mismo, se convirtiera en el mayor grupo europeo, al adquirir, tras una larga batalla con la Comisión Federal Antimonopolio, el consorcio armamentístico Messerschmidt-Bolkow-Blom, y de paso, en el virtual detentador del monopolio de la tecnología bélica en la RFA.

Esta batalla, resuelta recientemente a su favor por mediodel hombre que él colocó personalmente al frente de la estrella de tres puntas, Edzard Reuter, no se saldó sin un gran bagaje de críticas por parte de una buena parte de la izquierda, que le acusaba de reinstaurar el orden económico que llevó a Alemania a dos guerras mundiales y quenació de la inspiración política económica del canciller de hierro, Otto von Bismarck.

"Es irremplazable", era la opinión unánime ayer tanto en círculos financieros como políticos. Este hombre, de actitudes a veces desafiantes, que provocaban la irritación de muchos de sus colegas, dotado de una elegancia natural que no correspondía a un linaje de clase media, consiguió una enorme proyección internacional y, gracias a una visión del mundo que se adelantaba en mucho a la de sus colegas, lanzó a la economía alemana agresivamente hacia el exterior, sacándola de una situación cerrada que, en el futuro, podría haber tenido consecuencias nefastas. La adquisición de la Banca Morgan Grenfell, hace tan solo dos días, indicaba ya el camino por el que la presencia económica de la RFA en Europa iba a transitar en los próximos años.

Políticamente, Herrhausen era el hombre que miraba al Este. Primero a la República Democrática Alemana. En lo que ya se denomina su testamento político, una entrevista concedida al semanario Der Spiegel hace dos semanas, Herrhausen se mostraba abiertamente partidario de la reunificación alemana y aseguraba que la recuperación económica de la RDA podía producirse con gran rapidez, mayor que en Polonia o Hungría. "Como jefe de un banco". explicaba, la posibilidad de poder invertir en la RDA ya me parece suficiente, pero como alemán quiero la reunificación". No era partidario, sin embargo, de establecer ningún tipo de ayuda a Berlín Oriental hasta que se produjeran cambios políticos reales. Lo contrarío, decía, "scría parar las reformas". Pero además de con la otra Alemania, Herrhausen era realmente el símbolo del comercio de la RFA con el este de Europa. Suyo es el plan de estabilización y desarrollo polaco, suyas son la mayoría de las empresas mixtas con la Unión Soviética, con cuyos líderes tenía frecuentes contactos, especialmente con Mijail Gorbachov, con quien se había entrevistado varias veces.

Kohl, que se hallaba en Düsseldorf cuando le llegó la noticia, dirigiéndose a una conferencia de la patronal, y de quien Herrhausen era el principal asesor económico, no pudo reprimir su pesar por la rnuerte de quien definió como "un hombre extraordinario, alguien que se adelantaba a su tierripo, un patriota alemán y un gran camarada". El canciller condenó el "brutal y cobarde" atentado y recordó otro aspecto del pensamiento político de Herrhausen, su plan para solucionar el problema de la deuda externa del Tercer Mundo, mal acogido por los banqueros.

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