El otro
A veces, Jean Pierre Bernes iba a ver a Borges con una considerable cantidad de páginas escritas por el argentino hacía muchos años en revistas marginales, fugaces, semi olvidadas, y le iba leyendo los títulos, para. ver si le dejaba recuperar algunos de esos textos en la edición de las Obras Completas que prepara (aún lo hace) para la colección francesa de La Pléiade.
En cierta. ocasión, recuerda ahora, Borges le dejó recuperar hasta 150 páginas sobre un total de 300. "Acaba de escribir usted 150 páginas de Borges", dijo, y cuando Bernes pretendía leerle lo recuperado, el autor ciego se negaba: "Me resigno a su publicación pero no a su lectura". Con frecuencia era sábado, recuerda ahora Bemes. Aunque había de morir en uno de junio, en Ginebra, Borges creía que los sábados le daban suerte.
Babelia
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