Una tarjeta individual magnética sustituirá a la cartilla sanitaria

Los recién nacidos y 400.000 nuevos beneficiarios de la Seguridad Social serán los primeros poseedores, en noviembre, de la nueva tarjeta individualizada de atención sanitaria, según el Instituto Nacional de la Salud (Insalud). Los usuarios que poseen cartilla dispondrán del nuevo documento, similar en aspecto y tamaño a una tarjeta de crédito con banda magnética, en los primeros meses de 1990.

La tarjeta es un "documento individual de identificación personal y de adscripción de médico para todos los ciudadanos" manifiesta Fernando Fernández González, asesor para innovación tecnológica del director general del Insalud, José Simón, y coordinador de la iniciativa. La tarjeta sustituye a la cartilla de asistencia, en el que se agrupa la unidad familiar. "Es un cambio para adaptarse a las transformaciones sociales y que, por ejemplo, permite a una joven de 26 años, hasta ahora incluida en la cartilla familiar, poder acudir libremente, sin ningún tipo de intromisión, al ginecólogo", afirma Fernández González.El nuevo documento permite al usuario acceder a la atención médica en cualquier punto del territorio nacional, elegir médico o cambiar de facultativo, así como concertar una cita con él. El usuario podrá utilizar los Centros de Servicio al Ciudadano, un sistema informático parecido a los cajeros automáticos en el que podrá informarse de los servicios del Insalud y concertar una visita. Este servicio se instalará en los hospitales de la red de Insalud y en los 50 principales ambulatorios en 1990, según informó a EL PAÍS Fernando Fernández.

La tarjeta se podrá utilizar como llave de la historia clínica del paciente a partir de que en marzo de 1990 se informatice la red sanitaria del Insalud. Fernández González cree que la confidencialidad de los datos personales y sanitarios almacenados en la base que abriría la tarjeta está garantizada y sería superior a la del sistema actual, en el que las historias son manipuladas por diferentes empleados y funcionarios. "El usuario recibe, con su tarjeta, un número secreto. Para ciertas funciones, como llamar a la historia clínica, el médico necesitará cruzar su clave con la del enfermo". Carmen Morán, responsable del programa de sanidad de la Unión de Consumidores de España, cree que la tarjeta "aporta comodidad para el usuario y eliminará burocracias", sin que, a falta de un estudio en profundidad, considere que el documento restará confidencialidad a los datos clínicos.

Con la tarjeta podrían comprarse medicamentos en un futuro. "El farmaceútico cobraría por cada medicamento servido, se le gestionaría automáticamente el almacén y se controlaría epidemiológicamente el consumo de medicamentos", asegura Fernández. La tarjeta ya ha sido aprobada por la Comunidad Valenciana y la orden a nivel nacional será publicada en el Boletín Oficial del Estado a finales de este mes, según este directivo. Poseerán tarjeta los usuarios de todas las autonomías salvo Cataluña y el País Vasco, que han mostrado ya su interés por la iniciativa.

Marciano Sánchez Bayle, de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, cree que la nueva tarjeta "facilitará acceso a la asistencia, se conocerá el número de personas que tienen derecho a la asistencia sanitaria y a los médicos se les adjudicarán enfermos y no cartillas". Sánchez Bayle duda de que "un proyecto prometido desde 1982 se haga realidad". Las mismas reservas se expresan por fuentes médicas consultadas por este periódico.