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EL ESTE CAMBIA

Otro ortodoxo releva a Honecker al frente de la RDA

Erich Honecker, presidente de la República Democrática Alemana (RDA) y secretario general del Partido Socialista Unificado (SED, comunista), dimitió ayer de sus cargos aduciendo "razones de salud" y fue sustituido en la secretaría del partido por el más joven de los 21 miembros del buró político, Egon Krenz, de 52 años, jefe de la seguridad en el comité central. Con la excepción de Guenter Mittag, el responsable de Economía, y Joachim Herrmann, encargado de agitación y propaganda, que fueron destituidos, los restantes 18 miembros del buró político -tras una maratoniana reunión que finalizó de madrugada- consiguieron salvar temporalmente sus cabezas presentando la de Honecker al comité central reunido ayer en Berlín Oriental.

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Egon Krenz, un hombre perteneciente a la misma escuela de la ortodoxia que su predecesor, pero al que se atribuyen unas ciertas habilidades para maniobrar en situaciones complicadas, tardó muy poco en ofrecer a la opinión pública sus credenciales reformistas. Con una sonrisa de oreja a oreja, Krenz apareció en televisión para explicar que se enfrentaba a "trabajo, trabajo y más trabajo, pero trabajo que traiga bienestar y que sirva a todo el mundo".A continuación, el periodista que informaba de la reunión indicó que Krenz había asegurado ante el comité central, tras ser elegido, que el comunicado del buró político de la semana pasada, en el que se prometían unas tímidas reformas, no era una "maniobra táctica", sino que debía entenderse en su sentido más amplio, y que "se inicia un cambio de dirección destinado, en especial, a recuperar la iniciativa ideológica y política".

Antes se había hecho público el discurso de renuncia de Honecker.

"Tras una considerable reflexión, y como resultado de la reunión de ayer del buró político", decía, "he llegado a la siguiente decisión: como resultado de mi enfermedad, y tras someterme a una operación, mi estado de salud ya no me permite dedicar la energía y la fuerza que el destino de nuestro partido y de nuestro pueblo requieren ahora y en el futuro".

A continuación ofrecía su renuncia de los cargos y proponía a Krenz como sucesor. Ni una sola palabra sobre las reformas o el diálogo.

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Los perdedores

La fecha del relevo del anciano Honecker había sido adelantada con exactitud, hace más de una semana, por el periódico sensacionalista de la RFA Bild Zeitung, que, por otra parte, había matado al líder de la RDA en multitud de ocasiones.

Pero las detalladas informaciones que este periódico ofreció a sus lectores el martes relataban una situación que, a la vista de los resultados, no se ha producido. Los grandes perdedores, de momento, parecen ser los 13 secretarios regionales del SED que, siempre según esta información, con el apoyo del más reformista de los miembros del buró político, el jefe del partido en Berlín, Guenter Schabowski, pretendían hacer una limpieza a fondo de la cúpula gobernante.

Temerosos de este asalto de la periferia, los miembros del buró político forzaron, a lo largo de una borrascosa reunión que sé prolongó hasta la madrugada de ayer, la dimisión de Honecker, al tiempo que convocaban la reunión del comité central, y cuando tuvieron reunidos a los 163 miembros de este organismo les presentaron el hecho consumado.

Un detalle que avala esta tesis es el hecho de que la noticia de la agencia oficial ADN del relevo de Honecker se produjo tan sólo 10 minutos después de que se iniciara la reunión del comité central.

Krenz dispone ahora de casi seis meses -el tiempo que falta para el congreso del partido comunista- para consolidar su poder, que será igual al que ostentaba su predecesor si, como parece seguro, la Cámara del Pueblo le confirma como jefe del Estado y presidente del Consejo de Defensa Nacional.

Una tarea nada fácil si se tienen en cuenta sus antecedentes y su escasa popularidad. Sin embargo, en opinión de la mayoría de los expertos en la RDA, el nuevo hombre fuerte de Berlín Oriental está destinado a desempeñar un papel transitorio.

Ojeras y alcohol

Ciertamente, el buró político no ha buscado un hombre que despierte las simpatías de una sociedad en ebullición para la que todo lo que suene a viejo régimen está desprestigiado por principio. El retrato que de él se hace en la RDA no es muy satisfactorio, incluso las malas lenguas en Berlín Oriental y en algunos medios de comunicación de la RFA, tal vez amparándose en sus profundas ojeras, describen a Krenz como un alcohólico incurable cuyo hígado habría empezado a fallar hace ya tiempo. Otros aseguran que padece diabetes.

Es una opinión generalizada que los verdaderos reformistas no han conseguido esta vez su propósito y deberán esperar todavía seis meses o tal vez uno o dos años para hacerse con el poder.

Entre estos futuros candidatos se barajan los nombres del mencionado Schabowsky, cuya salud, pese a que sólo tiene 60 años, no es muy buena; el jefe del partido en Dresde, Hans Modrow, calificado como "el hombre de Gorbachov", y otros jefes regionales, como Lorenz y Eberlein.

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