España, en el banquillo de los países acusados por tráfico ilegal de animales protegidos
España, junto con Tailandia, Argentina e Indonesia, han sido puestas en el banquillo de los países acusados por el tráfico ilegal de animales de especies protegidas, en la Conferencia sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), que se está celebrando en Lausana (Suiza), y que tenía como principal objetivo la prohibición del comercio internacional de marfil, con objeto de proteger a los elefantes en peligro de extinción.En la jornada del pasado viernes se puso de manifiesto que los controles fronterizos insuficientes e inspecciones no muy fiables por parte de los agentes aduaneros y consumidores han convertido a España en un gran consumidor de productos salvajes y animales vivos". Este hecho es particularmente serio porque España constituye el acceso a los demás países de la Comunidad Europea que no es controlado por el CITES.
El doctor Simon Lyster, responsable de la delegación del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) precisó, no obstante, que era necesario ayudar a estos países a combatir ese azote, que es el mercado ilegal de especies salvajes protegidas, un mercado que demuestra las dificultades de aplicar las decisiones de la CITES.
Según esta organización, el comercio mundial de plantas, animales salvajes y de sus productos (pieles, marfil, etcétera) representa una cifra de negocios de 5.000 millones de dólares, de los cuales alrededor del 30% proviene del mercado ilegal. Este comercio ilegal mueve, por ejemplo, cada año 40.000 monos, un millón de orquídeas, tres millones de pájaros, 10 millones de pieles de reptiles, 15 millones de pieles de animales y más de 350 millones de peces tropicales.
Los cuatro países denunciados por el WWF, entre los cuales está España, representan, según se dijo, casos "particularmente graves". Tailandia ha importado recientemente la piel de 750.000 cocodrilos, en su mayor parte de origen ilegal, y exporta sin control millones de plantas de orquídeas. Es también un importante mercado internacional de monos y loros.
Argentina, por su parte, fue denunciada por exportar loros en tal cantidad que el saqueo amenaza gravemente a las poblaciones de estos exóticos pájaros. También exporta millares de pieles de cocodrilos y de otras especies protegidas. Indonesia fue acusada también por su tráfico de múltiples especies, en particular de tortugas de mar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Tráfico ilegal
- Tráfico animales
- Derechos animales
- Peligro extinción
- Tailandia
- Especies protegidas
- Protección animales
- Extinción especies
- Indonesia
- Argentina
- Política ambiental
- Latinoamérica
- Sudeste asiático
- Sudamérica
- Delitos ecológicos
- Protección ambiental
- América
- Asia
- Animales
- Problemas ambientales
- Delitos
- Sucesos
- Especies
- Sociedad
- Justicia
- Medio ambiente