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CONSUMO

La Junta de Castilla y León reconoce deficiencias en la venta de carne de vacas posiblemente tuberculosas

La Junta de Castilla y León pedirá al Consejo Interterritorial de Sanidad Animal que se modifique el actual reglamento de mataderos, vigente desde 1976, para obligar a que los centros de sacrificio de ganado tengan los medios técnicos necesarios para tratar térmicamente la carne que ha dado positivo en la prueba tuberculínica. En Extremadura también, la comercialización de carne de vacas posiblemente tuberculosas es la base de la denuncia efectuada por un parlamentario regional del Partido Popular contra el consejero autonómico de Agricultura. En el matadero municipal de Bilbao se detectaron en agosto, por otra parte, tres posibles casos de perineumonía bovina.

/ CáceresLas reses que han reaccionado positivamente a la prueba tuberculínica y que no muestran lesiones durante la inspección postmortem pueden ser destinadas al consumo, previo tratamiento por el calor, según el reglamento de mataderos. Sin embargo, en España hay muy pocos centros de sacrificio con estas instalaciones, ninguno en Castilla y León ni en Extremadura. En la mayoría de los casos, si en los canales no se aprecian lesiones macroscópicas pese a haber dado positivo la prueba, son librados al consumo, según han reconocido fuentes de la Junta de Castilla y León tras las denuncias efectuadas en este sentido primero en León y luego en Extremadura. La carne que sí es sometida a altas temperaturas, como prevé el reglamento, generalmente en mataderos privados, es comercializada posteriormente en forma de fiambres, como el chopped, o alimentos para animales.Desde julio de 1935 hasta noviembre de 1988 se sacrificaron en mataderos de Madrid, Toledo, Bilbao y Orense 4.873 reses de vacuno procedentes de la localidad segoviana de Navas de San Antonio, afectadas de perineumonía bovina, pero diagnosticadas como tuberculosas. Aunque el reglamento de mataderos dice que la carne de la res con perineumenía debe ser decomisada en su totalidad e incinerada, el hecho de que las administraciones la enmascararan como tuberculosis permitió liberar al consumo 3.269 reses. Tan sólo se decomisaron totalmente 200.

Casos en Bilbao

El Ayuntamiento de Bilbao reconoció ayer que en las instalaciones del matadero municipal se recibieron en 1988 149 reses procedentes de Segovia (122 de las cuales procedían de Navas de San Antonio) y sólo se decomisó totalmente una. El Ayuntamiento comunicó también la detección el pasado mes de agosto de tres posibles casos de perineumonía bovina en reses sacrificadas en el matadero, que fueron decomisadas totalmente ("proceden de fuera de la comunidad autónoma vasca y no deben relacionarse con el foco de la provincia de Segovia") y recordó que las medidas sanitarias vigentes "están en función de la sanidad animal, al no ser esta enfermedad transmisible al hombre".

Expertos en veterinaria consideran que el reglamento de mataderos es contradictorio, pues permite liberar al consumo sin mayores trámites canales de vacuno que han dado positivo a la prueba tuberculínica y presentan lesiones, previo decomiso de las partes afectadas por lesiones, y sin embargo manda someter a proceso térmico los canales que han dado positivo pero en los que no aprecia ninguna lesión.

Javier León de la Riva, consejero de Cultura y Bienestar Social de la Junta de Castilla y León, ha pedido al Ministerio de Sanidad que convoque urgentemente al consejo interterritorial de Sanidad Animal, del que forman parte también otros ministerios y departamentos de la Administración central y representantes de las 17 comunidades autónomas españolas.

Por otra parte, el pleno del Congreso de los Diputados aprobó, el 11 de abril de 1989, una moción del CDS por la que se insta al Gobierno a enviar en el presente año la normativa necesaria o el correspondiente proyecto de ley que sustituya a la actual ley y reglamento de epizootias, vigente desde el 20 de diciembre de 1952, lo que ya no será posible tras la disolución de las Cortes Generales.

En Badajoz, el parlamentario regional del Partido Popular Isidoro Hernández Sito presentó ayer ante el juzgado de guardia una denuncia contra el consejero de Agricultura, Comercio e Industria de la Junta de Extremadura, Francisco Amarillo, por un presunto delito contra la salud pública.

Según la denuncia, "pueden estar sacrificándose en mataderos de la región extremeña, sin las instalaciones necesarias, un número muy importante de vacas tuberculosas cuya carne se destina al consumo humano sin efectuar el tratamiento por calor o esterilización a 90 grados que legalmente se viene exigiendo". Hernández Sito estima que "entre 1982 y 1988, en las campañas de saneamiento ganadero que dirige y controla la Junta de Extremadura, han dado positivo de tuberculosis un total de 17.500 vacas".

A Hernández Sito "no le consta que existan en Extremadura mataderos que cuenten con este tipo de instalaciones", razón por la cual "se está poniendo en grave peligro la salud pública". El diputado acusa además a Amarillo de negarse a facilitar los documentos donde se especifica el lugar de sacrificio de "todo este ganado vacuno".

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