Éxito de la ópera 'Medea' en el teatro romano de Mérida

Mientras el público aguardaba anoche tranquilamente, en el recinto del teatro romano de Mérida, el inicio de la primera representación de la ópera Medea, de Cherubini, con puesta en escena de José Luis Alonso, detrás del escenario se produjo una fuerte tensión nerviosa, ya que dos minutos antes de que comenzase la función un serio fallo en el sistema eléctrico estuvo a punto de malograr el espectáculo. Aunque con 20 minutos de retraso, Nedea comenzó a las 23.05, y tres horas después tuvo como final los cerrados aplausos del público. Gran número de personalidades asistieron al acto en el que José Carreras volvía a la escena operística, en un elenco cuyas otras figuras fueron Montserrat Caballé y Elena Obratzsova.

El problema técnico inicial acabó resolviéndose, y los 3.500 espectadores, ajenos a los momentos de apuro que vivieron detrás del escenario el director de escena, el regidor y los componentes del equipo técnico, aplaudieron cuando hizo su entrada el director musical, Antoni Ros Marbá, que estuvo al frente de la Orquesta de Radiotelevisión Española (RTVE).Antes, ese mismo público también aplaudió calurosamente la llegada al teatro de personalidades como el poeta Rafael Alberti o el científico y premio Nobel Severo Ochoa.

Más silenciosa fue la acogida a los ministros Julián García Vargas, titular de Sanidad; Carlos Solchaga, de Economía; Enrique Múgica, de Justicia; Manuel Chaves, de Trabajo y Seguridad Social y Rosa Conde, ministra portavoz del Gobierno. También asistieron José Manuel Garrido, subsecretario del Ministerio de Cultura, y los presidentes de la Junta de Extramadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y de Castilla-La Mancha, José Bono, además de Pilar Miró, Paloma O'Shea o Mónica Randall, entre otros.

Venta de entradas

Lo que no pudieron suponer las personas que en los últimos días han comprado entradas en la reventa por más de 100.000 pesetas es que la obligatoria puesta a la venta del 10% del aforo el día de la representación hiciera que, como sucedió ayer, muchas personas, sin guardar cola demasiado tiempo, consiguiesen localidades a su precio normal, entre mil y 10.000 pesetas.

En el descanso, finalizado el primer acto, el tenor José Carreras, Montserrat Caballé y Elena Obrausova, repasaban la partitura en los camerinos, aunque eran continuamente interrumpidos por las numerosas personas que acudían a felicitarles, situación que se reprodujo al finalizar la representación, que supuso un gran éxito de público, a juzgar por las cerradas ovaciones.

Un José Luis Alonso con aire satisfecho comentó entonces: "La alegría más grande para mí ha sido dirigir la obra que supone la vuelta a la escena operística de José Carreras, después de un largo período de ausencia. De lo que también me he quedado impresionado es del trabajo de producción de Juan José Seoane, quien ha podido superar toda la dificultad que supone enfrentarse a un espectáculo de estas características, tan lleno de elementos dispersos".

Alonso se refería a una tarea que reunió, entre cantantes, músicos y equipo artístico, a más de 400 personas -en algunos momentos, sólo en escena se encontraron unas 250-, en una producción pensada para un recinto sin las condiciones técnicas habituales en los teatros de ópera.