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Solyenitsin, rehabilitado en la URSS

La Unión de Escritores recomienda publicar las obras del premio Nobel

Aleksandr Solyenitsin, premio Nobel de Literatura, ha sido reintegrado a la Unión de Escritores de la URSS a los 20 años de haber sido expulsado de esta organización y a los 15 de haber sido privado de la ciudadanía soviética por "traición a la patria" y deportado. El Secretariado de la Unión de Escritores, bajo la presidencia de Viadimir Karpov, consagró su última reunión a Aleksandr Solyenitsin y calificó de "incorrecta y contraria a los principios de la democracia socialista" la decisión tomada en 1969 de expulsar a este novelista de la organización literaria.

Al mismo tiempo, encargaron a los escritores que son diputados que propusieran al Soviet Supremo derogar el decreto por el cual se privó de la ciudadanía soviética a Solyenitsin.Un día en la vida de Iván Denísovich, su primera obra publicada, apareció en 1962, pero las novelas escritas después de 1965 ya no vieron la luz en la Unión Soviética. Sin embargo, en estos tres años, Solyenitsin conquistó a los soviéticos, que luego lo siguieron leyendo en manuscritos mecanografiados que corrían de mano en mano y en los libros que lograban burlar el celo de los guardias fronterizos en las aduanas. Ese año de 1965, en la casa donde guardaba sus manuscritos, confiscaron la novela El primer círculo, más poesías y piezas de teatro escritas en los campos de concentración, donde pasó ocho años por criticar a Stalin. Siguieron cuatro años de acoso, que culminaron en la expulsión de la Unión de Escritores.

En su carta abierta al Secretariado de dicha Unión, Solyenitsin escribía: "Glasnost, honesta y total: he aquí la primera condición para la salud de toda sociedad, la nuestra incluida. Y quien no quiere glasnost para nuestro país, es indiferente a los destinos de la patria". Pero Solyenitsin no lograría ver la llegada de la glasnost. En agosto de 1973 le confiscan una de las variantes de Archipiélago Gulag y luego, en oscuras circunstancias, perece Yelizaveta Voroniánskaya, su mecanógrafa.

En respuesta, Solyenitsin decide publicar esta novela en Occidente, y en diciembre sale a luz el primer tomo de Archipiélago Gulag. La Prensa soviética reaccionó escandalizada. Durante dos meses publicó editoriales amenazadores, artículos insultantes, caricaturas groseras y cartas de lectores que condenaban la novela. El 12 de febrero de 1974 aparece el decreto que priva de la ciudadanía soviética a Aleksandr Solyenitsin de acuerdo con el artículo 64 del Código Penal de la URSS, por traición a la patria. Es arrestado en su apartamento, llevado a la cárcel de Lefortovo y finalmente puesto en un avión especial que lo lleva al extranjero. Dos semanas más tarde, sus libros, así como también sus novelas y cuentos publicados en revistas literarias, son retirados de las bibliotecas soviéticas y quemados.

Lucha

Con la reintegración de Aleksandr Solyenitsin a la Unión de Escritores culmina la primera etapa de la lucha que hace ya casi dos años vienen llevando los intelectuales soviéticos en defensa de este implacable cronista de los campos de concentración estalinistas.

Una de las primeras voces que se alzó a nivel nacional fue la del escritor Víctor Astafiev, quien en un encuentro que luego fue retransmitido por la televisión, manifestó que así como ahora él había sentido vergüenza al visitar la tumba de Iván Bunin en Sainte-Genevieve-du-Bois, así mañana sus hijos sentirían vergüenza al ir a visitar en el extranjero la tumba de Solyenitsin. Luego en los periódicos fueron apareciendo artículos y cartas de lectores que pedían que se devolviera la ciudadanía a Solyenitsin, que para muchos es un símbolo de la cultura rusa. Solyenitsin, de 70 años, vive en EE. UU.

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