Shakespeare se enfrenta a las piedras

La conclusión a la que llegaron intérpretes y director tras el estreno el pasado jueves en el festival de Mérida del espectáculo La rueda de fuego es que "Shakespeare es un autor accesible para el público y para los actores españoles". Realizada por Eusebio Lázaro, y dirigida por el británico Clifford Williams, La rueda de fuego está basada en textos de Shakespeare. Más de 2.000 personas asistieron al estreno, coproducido por el Ministerio de Cultura y el festival de Mérida.

José Luis Pellicena, que desde hace nueve afflos no pisaba la escena de Mérida y que encarna en La rueda de fuego nada menos que a cuatro personajes shakesperianos (Julio César, Ricardo II, Macbeth y Otelo), estaba inquieto en el entreacto. "No lograba cogerle el pulso al público", decía el actor. Luego, después de la representación, los actores Eusebio Lázaro, Julicta Serrano, Marina Saura y José Luis Santos coincidían con Pellicena en señalar la dificultad de romper la distancia con espectadores en una escomo la del Teatro Romano de Mérida. Sin embargo, y a juzgar por las reacciones del público lograron. Pellicena, que finalmente confiesa que encontró "muy enganchado" al público con la obra, y cree que la distancia entre público y escena que se da en Mérida necesita para ser compensada una "sobredodis incalculable" de fuerza por parte del actor. "Y ésta es precisamente la causa de los grandes momentos interpretativos que se producen aquí".Varios personajes

Eusebio Lázaro, que en La rueda de fuego es, sucesivamente, Bruto, Ricardo III, Hamlet y Yago, piensa que haber traducido a Shakespeare "es una de las cosas más maravillosas de mi vida y de las que me encuentro más satisfecho de cuantas he hecho". Lázaro afirma que a la hora de configurar el montaje de La rueda de fuego ha tratado el material original de una forma ingenua, "como si nunca se hubiese representado. He huido por completo de cualquier artificiosidad".

Como Pellicena, el resto de sus compañeros piensa que en Mérida el actor tiene que hacer un enorme esfuerzo para lograr que "la pequeña figura del hombre llene el teatro. Es decir, o tú te impones a las piedras o las piedras te devoran a ti".

Ha sido la primera vez que Lázaro y Pefficena han trabajado juntos. Para Lázaro hubo un momento de particular fuerza dramática en la obra: la muerte de Yago a manos de Otelo, cuya interpretación sobrecogió de manera especial al público.

"En esa escena me he dado cuenta que José Luis [Pellicena] y yo nos mirábamos como dos animales de teatro". Lázaro reconoce que "quizá" el teatro de Mérida pida un poquito más de epicidad que la que hay en La rueda de fuego, "pero Williams ha decidido una versión sobria". Para Julieta Serrano, que califica el montaje de Lázaro como un "espectáculo difícil", ésta es su cuarta actuación en Mérida. Julieta Serrano, que se considera "una maldita perfeccionistá", estaba después del estreno torturándose "para corregir lo que no he hecho bien hoy". Todos los actores tienen solamente palabras elogiosas para Williams y coinciden al señalar que, dentro de la estructura que fija el director galés, han trabajado con libertad.