Calero culpa a Washington del fracaso de la 'contra'
, El principal dirigente de la contra nicaragüense, Adolfo Calero, el único que se ha negado a regresar a Managua, acusa a Estados Unidos de haber impedido la victoria militar de la guerrilla antisandinista y sugiere que sus compañeros de organización se han prestado a la presión del Gobierno norteamericano para abandonar la lucha armada e incorporarse a la actividad política. "De la noche a la mañana, los norteamericanos nos dijeron: abandonen a esta gente [los combatientes] díganles good bye y regresen a a lucha política en Nicaragua. Y entonces otros firmaron, como firmó Alfredo César, un documento en el que renuncian a la lucha armada", relata Calero, fundador de la contra.
"Pero yo no acepto la decisión de Estados Unidos de que ahora la lucha es en Nicaragua, yo no acepto presiones. A mí no me dan un centavo, y no vivo de ellos y, por tanto, no pueden presionarme"."Además", afirma Calero en comparación con el también miembro de la dirección de Resistencia Nicaraguense (RN), Alfredo César, "no se puede comparar el grado de compromiso con la lucha armada de César y nosotros. Él entró hace tres años, yo he estado desde el principio; él visitó a las tropas una vez, yo los conozco por su nombre".
Alfredo César, líder de lo que se conoce como el sector socialdemócrata de la contra, volvió el pasado domingo a Managua, donde declaró que "la vía política es la única solución para Nicaragua" y que "los nicaraguenses no pueden seguir matándose. entre ellos para expresar sus sentimientos". Algunos días antes había regresado también Azucena Ferrey, miembro del directorio de RN, y, probablemente, el mes próximo lo hará Pedro Joaquín Chamorro.
El proceso electoral
Adolfo Calero anuncia, sin embargo, que su posición es la de "extinguir la vía política", apoyar "directa e indirectamente" el proceso electoral -"no vamos a recurrir a la lucha armada mientras se esté dando el proceso electoral"-, pero advierte que no va a desmovilizar a sus tropas mientras no haya verdaderas garantías de que se produzca la democratización en Nicaragua.
Adolfo Calero afirma que en 1988 la contra iba ganando la guerra contra los sandinistas, y que fue "la falta de decisión e inconsistencia de Estados Unidos, junto a la indeferencia latinoamericana" las que derrotaron militarmente a la Resistencia Nicaraguense. El hombre a quien en el pasado se mencionó como el principal aliado de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) entre los rebeldes antisandistas acusa a los norteamericanos de ser "enemigos débiles y amigos peligrosos" y dice que el Gobierno de Washington lleva nueve meses sin una política definida en relación con Centroamérica.
"No es que nos hayan abandonado totalmente", añade Calero. "Tenemos ayuda económica para sobrevivir hasta febrero del año próximo, sabemos que el presidente George Bush no quiere un Gobierno marxista en Nicaragua, sabemos que estaría dispuesto a volver a recurrir a la vía militar, sabemos que no va a permitir que los sandinistas cometan tropelías contra Honduras o Costa Rica, pero ha faltado una política clara", afirma.
Precisamente con objeto de definir su política centroamericana viaja estos días por la región el vicepresidente de Estados Unidos, Dan Quayle, quien hoy concluirá una visita a todos los países del área, a excepción de Nicaragua, cuyo objetivo es la búsqueda de un consenso contra los sandinistas y contra Panamá.
Hasta ahora, el vicepresidente Quayle ha conseguido el respaldo público de los presidentes centroamericanos sobre la necesidad de que el general Manuel Antonio Noriega, el hombre fuerte de Panamá, abandone el poder, pero no se ha observado la misma coincidencia en cuanto al problema nicaraguense.
El 'bloque del norte'
Estados Unidos trata de influir en la reunión que los cinco presidentes centroamericanos mantendrán el mes próximo en Honduras, en la que se hará imperativo fijar un calendario preciso para la desarticulación de la contra.
Fuentes norteamericanas han comentado que Washington quiere aprovechar la llegada de un presidente derechista, Alfredo Cristiani, a El Salvador para reconstruir lo que se conoce como el bloque del norte, es decir una coordinación de Guatemala, Honduras y El Salvador contra Nicaragua. Según los cálculos de Estados Unidos, la incorporación de Cristiani al proceso negociador centroamericano acabará con la política de entendimiento con los sandinistas y dará más opciones a Washington.
Durante una conferencia de prensa celebrada el pasado 2 de junio, con ocasión de la toma de posesión de Cristiani, el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, advertía que los mandatarios centroamericanos no deberían de volver a reunirse jamás por grupos separados, sino que siempre debían hacerlo los cinco juntos.
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