"Están haciendo lo que Hitler"

, "Están haciendo lo que Hitler. Es el fascismo", grita una mujer china de mediana edad delante de una fila de soldados, metralleta en mano, que bloquea un importante puente de la ciudad para controlar el movimiento popular.

Los habitantes de Pekín todavía siguen sin reaccionar ante lo que está ocurriendo. Cuando en las calles se habla de 1.000 a 10.000 muertos, un testigo presencial, estudiante de la universidad Popular, comenta: "El ambiente es de asombro. Nadie creía que el Ejército pudiera hacer lo que ha hecho. Mucha gente se ha lanzado a la calle incitando a luchar contra los soldados".

Para otro testigo, la reacción militar ha sido excesiva. "Nosotros no tenemos armas y ellos disponen de carros de combate y metralletas. Los soldados no querían hacerlo, pero recibieron órdenes desde arriba. Deng es el hombre fuerte del Ejército chino. Es como Hitler".

Para otra mujer de mediana edad, lo ocurrido "es peor que la violación de Nanjing (Nankín)", refiriéndose a las atrocidades de 1937 cometidas por las tropas japonesas en esa ciudad. Añade que en aquella ocasión fueron tropas extranjeras, "pero esta vez es nuestro mismo Ejército el que está, matando a los propios chinos". Hombres y mujeres -ancianos y jóvenes- lloraban al hablar de lo ocurrido. Cientos de pequineses se agolpaban en las puertas de los hospitales con el trauma reflejado en sus rostros.

En un hospital, un hombre retorcía el gesto mientras le extraían una bala. La enfermera que le atendía mostró el proyectil a sus colegas y dijo: "Es un regalo del Gobierno a un trabajador inocente".

[La comunidad española en Pekín, alrededor de 60 personas, se encontraba ayer a salvo, según declaró el embajador de España, Eugenio Bregolat, a la agencia Efe.].