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Tribuna:EL OMBUDSMAN
Tribuna
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El caso de los huevos inmovilizados

Que una partida de huevos quede paralizada o inmovilizada puede parecer, a primera vista, una cuestión baladí. No lo es para Rafael Silva López, director de la secretaría de Sanidad Ambiental y Alimentaría de la Junta de Andalucía, que no sólo pide el empleo exacto de los términos, sino la atribución correcta de las citas.Rafael Silva López ha escrito al director de EL PAÍS en relación con unos entrecomillados que se le atribuyen en el reportaje titulado Alerta sanitaria contra productos importados, publicado el pasado 7 de mayo. En su carta puntualiza que no concedió "entrevista o declaraciones" a Tasio Camiñas, redactor de la sección de Sociedad firmante del reportaje, y subraya que las conversaciones telefónicas mantenidas con el periodista no tuvieron tal entidad. "Entiendo que es mi obligación aclarar a un medio de comunicación determinadas informaciones en mi calidad de responsable técnico de Sanidad Ambiental y Alimentaría -cosa que hice-, pero bien distinto es conceder declaraciones o ser entrevistado -cosa que no hice-", afirma. Rafael Silva López añade que, por tanto, los entrecomifiados que se le atribuyen en el reportaje son una libre interpretación bajo la absoluta responsabilidad del redactor. "Quizá ello explique", agrega, "los errores técnicos que se ponen en mi boca". Entre otros ejemplos indica que "la partida de huevos procedente del Reino Unido no fue paralizada -como se dice en el reportaje-, sino inmovilizada...".

La queja tiene, por tanto, un doble contenido, aunque lo sustancial resida en que en ningún momento hizo declaraciones para que se publicasen.

Consultado el redactor Tasio Camiñas, afirmó: "La primera vez que hablé por teléfono con Rafael Silva de las dos veces que tuve oportunidad de hacerlo fue gracias a una llamada suya al periódico. Previamente había dejado constancia en varios departamentos de Sanidad y Consumo de la Junta de Andalucía de quién era yo y cuál era el motivo por el que deseaba hablar con la persona responsable de esa administración". Camiñas agregó: "El señor Silva en ningún momento me comentó que no deseara que sus palabras tuviesen reflejo en el periódico. Tiene razón, en cambio, cuando afirma que utilicé el verbo paralizar en lugar de inmovilizar, que fue el que él usó".

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La norma general de los redactores de este diario es considerar, atribuible toda declaración conseguida lealmente -una vez identificado como periodista y explicado el motivo de las preguntas- sí no se especifica otra cosa. Cuando un periodista recaba información está actuando como un intermediario del derecho a la información, que es un derecho de los lectores. Es encomiable, en este sentido, la actitud de Rafael Silva López cuando reconoce que era su obligación aclarar a un medio de comunicación determinadas informaciones en su calidad de responsable técnico de Sanidad Ambiental y Alimentaria. Los periodistas topan muchas veces con un muro de silencio cuando solicitan a la Administración determinadas aclaraciones. Pero también es obligación del periodista recoger fielmente las declaraciones, ya que las comillas implican la textualidad de lo afirmado.

Las fuentes de información, obviamente, son dueñas de sus palabras y de sus silencios, y para ello se ha arbitrado una serie de fórmulas, discutidas y discutibles, pero que funcionan en muchos países. El secretario de Prensa de la Casa Blanca cuando era presidente Gerald Ford, J. F. Horst, aprobó las siguientes directrices que han sido recogidas en los manuales de la Escuela de Periodismo de EL PAÍS:

Atribuible (en inglés, on the record), todo lo dicho es atribuible en citas, con nombre y cargo, a quien lo dice. No atribuible (on background), todo lo dicho se puede utilizar textualmente y entre comillas, pero no se puede atribuir con el nombre y/o el cargo de quien lo dice. Lo adecuado es que la fuente diga qué término prefiere que se utilice: ¿funcionario?, ¿portavoz?, en el caso de miembros de la Administración. Confidencial (on deep background), cualquier cosa que se diga es publicable, pero sin atribuir y sin citas textuales. El redactor es el único responsable de la información. No utilizable (off the record), información sólo para conocimiento del periodista. Útil para evitar especulaciones.

Las dos primeras fórmulas son de uso corriente y no suelen plantear problemas de aplicación. Las dos últimas, información confidencial y no utilizable, son fórmulas más vidriosas y son generalmente utilizadas para dirigir la atención de los periodistas sobre determinados asuntos. Por otra parte, el abuso por los periodistas del recurso a fuentes no identificadas siembra la duda entre los lectores sobre la fiabilidad de la información así atribuida.

Una traducción lamentable

Este diario publicó el pasado viernes 2 de junio, en la sección de Sociedad, una información titulada Las pruebas de detección del SIDA no descubren uno de cada cuatro portadores del virus, redactada sobre la base de teletipos de la agencía Reuter y del servicio de noticias del diario The New York Times. La entrada de la noticia mantenía las siguientes afirmaciones: "Una de cada cuatro personas está infectada por el virus del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), pese a que las pruebas de laboratorio atestigüen su salud. Los resultados preliminares de un estudio publicado en EE UU alertan sobre el posible contagio del virus por portadores que se suponen sanos y sobre la poca fiabilidad de las pruebas que se realizan para proteger las donaciones de sangre y órganos". La gravedad de estas afirmaciones y el confuso desarrollo de la noticia llevaron al defensor de los lectores a cotejar los originales utilizados y comprobar que se trataba de una lamentable traducción.

La entrada de la noticia distribuida por The New York Times afirmaba: "Un estudio ha descubierto que algunas personas pueden ser portadoras del virus del SIDA durante un período de hasta tres años sin ser detectadas por las pruebas habituales del SIDA. El estudio ha descubierto que la cuarta parte de un grupo de 133 homosexuales que mantenían una conducta sexual de alto riesgo eran portadores del virus, pero durante un largo período de tiempo no produjeron los anticuerpos que son detectados por las pruebas de SIDA".

La noticia era que, según este estudio, el virus puede estar latente durante períodos más prolongados de lo que hasta ahora se creía en grupos de personas que realizan determinadas prácticas sexuales consideradas de alto riesgo.

La información del diario norteamericano indicaba además que los científicos responsables del estudio habían advertido que se evitara "la generalización de estas conclusiones, ya que los riesgos de una infección latente no son iguales para todos los grupos sociales". La información publicada por EL PAÍS recogía este párrafo fuera de su contexto, al igual que todos los datos que contenía. La reescritura de la noticia basada en und errónea traducción de los teletipos produjo una información falsa y alarmista.

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