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CIENCIA

Para Teller, padre de la bomba de hidrógeno, los usos civiles y militares van siempre juntos

ENVIADA ESPECIAL"Mijail Gorbachov es el líder más inteligente que ha tenido la Unión Soviética desde Lenin", en opinión de Edward Teller, el físico norteamericano padre de la bomba de hidrógeno, anticomunista convencido y firme defensor de la guerra fría. Teller, de origen húngaro, se convirtió ayer en el protagonista del congreso sobre el Estado de la materia nuclear que se celebra en Peñíscola (Castellón). Johan Rafelski, uno de los científicos implicados en la polémica sobre la fusión fría, fue el segundo protagonista de la jornada.

Teller, que tiene ahora 81 años, parece desconcertado por las iniciativas de Gorbachov, pero desconfía de sus fines últimos: "No soy lo suficientemente bueno como jugador de ajedrez para saber qué pretende en realidad". El científico, que habla inglés todavía con un fuerte acento centroeuropeo, a pesar de vivir en Estados Unidos desde 1935, se muestra enfurruñado ante la actitud del presidente norteamericano Bush, que se abstiene de apoyar explícitamente su programa preferido, la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI o guerra de las galaxias). "Creo que Bush es como Fabio, el cónsul romano que nunca perdió frente a Aníbal porque llegaba tarde a las batallas. Bush no se pronuncia, y así nunca pierde ninguna batalla". La mejoría de relaciones entre las dos superpotencias le parece a Teller buena en sí misma, aunque, afirma de repente: "Yo sólo entiendo de cosas técnicas". Cita a su país natal, Hungría, como ejemplo de cambio positivo atribuible al nuevo clima de distensión.Teller rechaza el término popular guerra de las galaxias por considerar que es el nombre puesto por los enemigos del programa SDI para denigrarlo. "Cuando Reagan, al que admiro enormemente, anunció el SDI, lo hizo como algo defensivo, que evitaría la guerra, y sus enemigos lo convirtieron en algo ofensivo". Para Teller, la SDI progresa adecuadamente en el aspecto técnico, y proporcionará resultados tanto de interés científico como de interés militar. "Los usos civiles y los militares van siempre juntos. Por ejemplo, lo último de la SDI, lo que llamamos guijarros brillantes, permitirá, en última instancia, a través de la miniaturización, mejorar la capacidad de situar objetos pequeños en el espacio, y eso tiene obvias aplicaciones pacíficas".

El científico norteamericano, que se apoya en un gran bastón, debido a la cojera que sufre desde que fue atropellado por un tranvía en su juventud, afirma que la superconductividad de altas temperaturas es su principal interés en la actualidad.

Sobre una posible teoría para justificar el comportamiento de los nuevos materiales- superconductores, versó su intervención de ayer, realizada sin micrófono e improvisando, ante los 200 físicos que asisten al congreso sobre el Estado de la materia nuclear.

La materia protagonista

Patrocinado por el Instituto de Estudios Avanzados de la OTAN, la reunión tiene un objetivo original, según su coordinador en España, Eulogio Oset. Se trata de congregar a los físicos que estudian diferentes aspectos de la materia, como los especialistas en Física Nuclear, Física de Altas Energías y Astroflisica. Su impulsor y director es el fisico alemán Walter Greiner. La fusión fría es para Teller un tema interesante sobre el que no tiene una opinión definida. "Hace siete semanas fui sometido a una grave operación, y el anestesista me preguntó lo mismo que usted", dice. "Le dije que si me sacaba con bien de la operación le contestaría. Todo fue bien y volvió a preguntármelo, y yo todavía no tenía la respuesta".

La fusión fría

Tras relatar esta anécdota, Teller recuerda que los metales que disuelven el hidrógeno son muy peculiares y bastante desconocidos. "Parece que estamos aprendiendo más sobre ellos, y es interesante desde el punto de vista científico, pero no parece ser la panacea energética. No lo veo".Rafelski, coautor del informe de Steven Jones, sobre fusión fría publicado en la revista Nature, manifestó ayer la misma opinión. "El consenso alcanzado la pasada semana en Santa Fe [la conferencia sobre fusión organizada por el Gobierno de Estados Unidos] indica que parece haber algo interesante desde el punto de vista científico, pero no se sabe todavía de dónde surge el calor detectado". Rafelskí que en principio se mostró curiosamente neutral en la polémica, en su intervención de la tarde, se distanció reiteradamente del experimeríto de Fleischman y Pons, afirmando que "el nuestro es muy distinto y llevamos varios años trabajando en él".

Rafelski y Jones obtuvieron en sus experimentos indicios de fusión fría y una cantidad muy pequeña de energía en forma de calor, mucho menor que la anunciada por Pons y Fleischmann. "La ciencia no es algo fácil, hay que tener paciencia. La gente está demasiado interesada en esto", afirma Rafelski.

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