_
_
_
_
Crítica:FESTIVAL DE TEATRO JOVEN
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La marginación digerida

El despacho de un diputado cuyo sueño está en Bruselas. El diputado recibe a una magistrada que lucha contra las sectas y especialmente contra una a la que acusa, desde su catolicismo militante, de diversos pecados; y llega una periodista que busca su información en ese caso. Al público juvenil se le hace la boca agua anticipando ya la crítica a lo que creen que representa un sistema que desde hace años les parece por lo menos cómico.Este grupo, Producciones Marginales, se ha ido ganando su público con Ernesto Caballero como director y autor. Squash fue una obra viva, y su versión de El amor enamorado, de Lope, una fuente de imaginación y una manera de sacar arte de la pobreza. En esta obra parece que falta aliento o que sobra timidez. Sólo se deja adivinar que el diputadillo es socialista, que la magistrada es del Opus; en cuanto a la periodista, se repite demasiado la palabrapaís como para dejar una insinuación hacia EL PAÍS. Parece que los jóvenes debían ser más audaces, o más definidores, o menos crípticos. Parece que también el público esperaba algo de eso y mayor fuerza de crítica.

Sol y sombra

De Ernesto Caballero. Intérpretes: Blanca Suñen, Marta Baró, Daniel Moreno, Valentín Hidalgo. Dirección: Emesto Caballero. Compañía de Producciones Marginales. Festival de Teatro Joven. Sala Fernando de Rojas, del Círculo de Bellas Artes. 18 de mayo.

Ante estos supuestos arquetipos surge el representante de la secta perseguida, medio vestido de chacal y de guerrillero, que trata de amenazarles y al mismo tiempo de convertirles. Es también confuso, indefinido. Como en las antiguas comedias de Priestley, la amenaza del extraño ser revela el fondo de los personajes que representan la sociedad dominante: crueldad, corrupción, represiones sexuales. Todo está sin cuajar. El lenguaje es libresco, no teatral, sin duda por el deseo de copiar la jerga del neopoder; pero suena siempre como a previamente escrito, no a dicho ni a espontáneo.

Pequeñas gracias

Los actores se mueven mal con ese lenguaje y con esa escasa fuerza de la situación. Hay pequeñas gracias que llegan al espectador y le hacen reír, pero ese más que se espera no llega nunca. Ni por la vía moralista o fabiana de Priestley ni por la humorística de la nueva farsa. Los diversos finales no arrancan teatro: el suicidio del hombre de la secta, no justificado suficientemente, o las salidas, aferrados a las compensaciones que alcanzan los personajes oficiosos que ganan su guerra contra la hetorodoxia. Todo está como apuntado, sin terminar de hacer.Es posible que Ernesto Caballero y su compañía tengan miedo de ir más allá, y es posible que se lo justifiquen a sí mismos por la creencia de que si hubieran ido más lejos no estarían ahí, en ese escenario, en este festival ministerial. Pero cuando se elige el nombre de Producciones Marginales parece que se está obligado a mantenerlo; o se acepta que la marginación está integrada y que la crítica que apunta -y no desarrolla, y no resuelve- en su nueva obra no es un camino de arranque, sino de retroceso.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_