Solidaridad de intelectuales con los huelguistas

Una decena de destacados escritores y científicos chinos se solidarizaron ayer con el nuevo movimiento autónomo estudiantil pidieron al Gobierno que no recurra a la fuerza y acepte la apertura de un diálogo sincero con los jóvenes que piden la democratización del país. Los intelectuales llegaron a la Plaza Tiananmen confundidos entre varios miles de profesores de la Universidad de Pekín y de numerosos centros académicos, así como periodistas, empleados (de la Biblioteca Nacional y del Banco de China).Las negociaciones iniciadas domingo por la tarde entre representantes gubernamentales y del movimiento estudiantil se hallan en completa parálisis. Los estudiantes exigen la legalización de la nueva federación universitaria y que el diálogo entre las dos partes sea televisado en directo. El secretario general del partido comunista, Zhao Ziyang, dijo ayer en una fábrica metalúrgica a las afueras de Pekín que van a ser tomadas medidas prácticas para llevar adelante el diálogo.

"Creo que hoy (por ayer) ha conseguido llegar al climax que el Gobierno actuará mañana mismo abriendo el diálogo con los estudiantes", opinaba una estudiante de inglés de la Universidad de Pekín.

Unos 700 jóvenes sentados el centro de la plaza continuaron ayer por tercer día la huelga de hambre iniciada el pasado sábado a mediodía. Medio centenar ha tenido que abandonar el ayuno por agotamiento. Al menos veinte de ellos fueron sacados durante todo el día de ayer en ambulancia.

Los jóvenes no tienen por ahora intención de retirarse del lugar donde inicialmente estaba previsto que hoy a primera hora realizara una ofrenda floral el máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov. La agencia France Press informó en la tarde de ayer, que las autoridades china decidieron anular esta ceremonia. El portavoz soviético, Guenadi Guerasimov, dijo que así se lo comunicó a la delegación de la URSS.

"Vendamos los Mercedes"

Una nueva pancarta entre las numerosas que proliferan en la inmensa explanada es contundente: "Queremos una respuesta inmediata sobre el diálogo". "Vendamos los Mercedes Benz", gritaban ayer tarde numerosos jóvenes.

Uno de ellos explicó la consigna de este modo "El Gobierno se ha gastado millones y millones de dólares importando automóviles de lujo de esa marca".

Precisamente en uno de ellos fue llevado Gorbachov y su esposa, Raisa, desde el aeropuerto hasta su residencia de Diaoyutai en el complejo donde son alojadas las personalidades extranjeras.

Ese tal vez sea el único reproche estudiantil al "hermano Mijail", en una jornada memorable que no pudo, sin embargo, disfrutar el líder del Kremlin a manera como deseaban los congregados en la plaza.

Nadie lo vio, pero perestroika y glasnost son desde ayer conceptos incorporados en el lenguaje político de muchos chinos.