Europa, por detrás de Estados Unidos y Japón en la investigación sobre el cáncer
Europa se encuentra a la zaga de Estados Unidos y de Japón, en la investigación para luchar contra el cáncer, aunque la distancia se va acortando, reconocieron ayer los responsables del programa Europa contra el Cáncer. La colaboración entre los países de la Comunidad Europea en investigación básica, epidemiología e investigación clínica resulta, según estos expertos, imprescindible para obtener resultados frente a una enfermedad que, de no tomar medidas eficaces, afectará a uno de cada tres europeos en el año 2000.
En un seminario informativo con motivo del Año Europeo de Información sobre el Cáncer, Michel Richonnier, principal responsable del programa, señaló el tabaco como uno de sus principales objetivos. Se pretende que cada año los europeos reduzcan en un 10% su consumo de tabaco, y para ello se han puesto en marcha numerosas iniciativas. El Consejo de Ministros de Sanidad de la CE que se celebra la próxima semana en Bruselas, bajo la presidencia del ministro español Julián García Vargas, debe dar luz verde a una directiva que regulará el etiquetado del tabaco. El producto y su envase serán las únicas imágenes permitidas en los anuncios, en los que deberá figurar con mayor prominencia que en la actualidad la advertencia sobre los efectos perjudiciales del tabaco. Los ministros estudiarán también si se comprometen a apoyar en sus respectivos países medidas de protección del no fumador. El problema del patrocinio de acontecimientos por las marcas de tabaco no ha sido todavía resuelto, reconoció Richonner.La investigación básica y clínica europea está ganando rápidamente prestigio, afirmó, por su parte, Manfred Rajewsky, de la universidad de Essen (RFA), como lo prueba el hecho de que las autoridades de Estados Unidos estén aceptando los datos procedentes de ensayos realizados en Europa como base para la autorización de nuevas drogas.
Fórmula mágica
"No hay nada mágico todavía contra el cáncer", advirtió Rajewsky, "aunque pueden producirse avances importantes en poco tiempo". Este investigador se refería a la ingeniería genética aplicada al cáncer y a los avances en el estudio del comportamiento celular. La emergencia de técnicas mucho más exactas para la detección precoz de los tumores y para la detección de micrometástasis resistentes al tratamiento en pacientes ya diagnosticados contribuyen a esta esperanza.El desarrollo de nuevas drogas y de nuevos sistemas de radiación son dos de las grandes líneas de investigación impulsadas por el programa Europa contra el Cáncer. Ningún centro español figura entre los de referencia para estas investigaciones, citados a lo largo del seminario por los especialistas, los cuales, en cambio, han destacado la pobreza de datos epidemiológicos disponibles sobre el cáncer en España.
El programa ha supuesto también la revitalización de la Organización Europea para laInvestigación y el Tratamiento del Cáncer, fundada hace 26 años. Su presidente, Louis Denis, afirmó ayer que en Europa se hace investigación de buena calidad con muy poco dinero, si se compara con los medios utilizados en Estados Unidos.
En el mismo sentido se pronunció Gordon McVe, investigador de nuevos fármacos para el tratamiento del cáncer, que se mostró a favor de la práctica europea de realizar las pruebas de toxicidad sin utilizar perros.
Mc Ve dijo ser optimista sobre la eficacia de la quimioterapia en el tratamiento de tumores, aunque los datos ofrecidos por otros expertos señalan que la quimioterapia por sí sola obtiene pobres resultados excepto en un porcentaje muy reducido de los casos de cáncer. Los pacientes que se curan de cáncer en Europa lo hacen en un 50% a través de la cirujía, en un 25% por radioterapia y en el restante 25% por quimioterapia o una combinación de los tres.
Un informe de expertos ha recomendado, por otra parte, a los países de la CE la realización sistemática de mamografías cada tres años como máximo para la detección precoz del cáncer de mama a partir de los 50 años. En las conclusiones del informe se señala que los beneficios de efectuar estas pruebas sobrepasan en mucho el posible peligro de cáncer inducido por la radiación que emiten los aparatos utilizados.
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