"La Iglesia seguirá denunciando"

Melanio Medina, de 50 años, obispo de Benjamín Aceval, en el Chaco paraguayo, declaró a este periódico que "la Iglesia paraguaya seguirá denunciando celosamente todos los atropellos e injusticias. Defenderá los derechos y reinvidicaciones de los más débiles, que son mayoría en Paraguay, y se le dirá al Gobierno que cumpla su palabra". Añadió Medina que "este Gobierno provisional ha dicho cosas y ha hecho propuestas. En base a esas propuestas vamos a exigirle que las lleve a cabo".No tiene el menor aire episcopal este hombre, que está considerado el obispo más contestatario de Paraguay. En el tranquilo patio del seminario metropolitano de Asunción explica Medina que después de la caída de la dictadura, "en el campo las cosas han cambiado muy poco, hay lugares donde sólo llega la radio, y Radio Nacional se ha hecho muy poco eco de todo esto. Hay descreimiento, desconfianza y perplejidad. El aparato stroessnista sigue en el campo. Algo moderado, pero siguen con la misma prepotencia en el fondo. Están los mismos personajes en la tarima, pero hacen otro teatro. Yo soy optimista. Esto es irreversible y nadie lo puede parar. Para 1993 estaremos en condiciones de hacer unas elecciones en serio, con fuerzas civiles y los militares en los cuarteles".

Según el obispo, con la caída de Stroessner y la llegada al poder del general Rodríguez, "el poder militar se ha fortalecido porque han ganado simpatía y respeto del pueblo. Se presentan las fuerzas armadas simpáticas y van a seguir reinando, y ellos van a tener la última palabra".

Niega Medina que exista en Paraguay un deseo de venganza popular: "Nadie quiere vengarse, pero todo el mundo exige justicia y clarificación de los problemas. En un desafío para Rodríguez porque tendrá que responder a todos estos casos de desapariciones y fosas comunes. Aquí tengo mis dudas. No por Rodríguez sino por los jueces de la época de Stroessner".