La mayoría del jurado del 'Premio Nobel' catalán no conoce el mecanismo exacto del galardón

J. J. N. A., El Premi Internacional de Catalunya, creado por la Generalitat a través del recién regulado Institut d'Estudis Mediterranis (ICEM), presentado por Jordi Pujol el 5 de abril y dotado con 100.000 dólares (algo menos de 12 millones de pesetas), presenta un funcionamiento atípico con respecto a los galardones extranjeros con los que se parangona por su dotación y características (los premios Goethe y Carlomagno de Alemania, los Nobel de Suecia y Noruega y el premio Príncipe de Asturias de España). Pese a que el premio se presentó públicamente el 5 de abril, la admisión de candidaturas terminó el 31 de marzo. Por otro lado, algunos de los miembros del jurado desconocen el mecanismo del fallo y el calendario exacto de sus reuniones. Otros, por el contrario, conocen incluso el nombre del ganador, que será designado a finales de este mes.

El Premi Internacional de Catalunya está, según la documentación facilitada por la Generalitat a la prensa, destinado a "galardonar a aquellas personas que hayan contribuido a desarrollar los valores culturales, científicos y humanos en el mundo".Según las bases del premio, el jurado estará compuesto por "los miembros del Consejo Asesor del Institut d'Estudis Mediterranis". Este consejo lo preside el propio Jordi Pujol, como presidente de la Generalitat, y lo integran el bioquímico Joan Oró, el director general de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, el antropólogo Julio Caro Baroja, el académico de lengua Fernando Lázaro Carreter, el historiador Georges Duby, el crítico y catedrático Joaquim Molas y los escritores Leonardo Siascia, Tahar Ben Jelloum y Baltasar Porcel.

Los restantes miembros del Consejo Asesor son el sociólogo tunecino M. A. Boudhiba, el futurólogo y sociólogo francés Hugues de Jouvenel, el ensayista y comunicólogo francés Edgar Morin, el historiador Hugh Thomas, el novelista israelí Amos Oz, el financiero francés Simon Nora, el director del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares, Antonio Zichichi y el economista catalán y profesor en Harvard (EE UU), Andreu Mas Collell.

Tanto la oficina de prensa de la Generalitat como los portavoces del Institut d'Estudis Mediterranis declinaron informar a este diario de los hipotéticos emolumentos o compensación recibidos por los miembros de dicho consejo asesor. Uno de ellos, no obstante, reveló que "me dijeron que nos pagarían las reuniones que tengamos; supongo que esto quiere decir que nos pagarán unas dietas y, a los extranjeros, el viaje, pero no quiere decir que estemos a sueldo de nadie, cosa a la que yo, al menos, me habría negado".

En cuanto a los miembros del jurado, la concreta información de algunos respecto a las intenciones y alcance del premio, e incluso acerca del ganador del mismo, contrasta con el escaso conocimiento de otros acerca de su papel en el jurado. El escritor Leonardo Sciascia, por ejemplo, manifestó a EL PAÍS que "no sé absolutamente nada de los detalles de ese premio. Un pintor mallorquín a quien conozco, aunque en este momento no puedo recordar su nombre, me llamó y me pidió que participara en el jurado, porque era una cosa muy interesante para la cultura de Barcelona y Cataluña. Yo le dije que no quería, porque estoy enfermo y no puedo moverme, pero él me dijo que bastaba con que consintiera en la inclusión de mi nombre y que ya me consultarían para el veredicto. Me dieron un par de nombres de otros jurados y yo acepté. Ya sabe usted, son esas cosas que se hacen entre amigos...".

Otro miembro del jurado, el académico Fernando Lázaro Carreter, dijo a este diario que "fui nombrado por la Generalitat, recibí el nombramiento del señor Pujol y en principio me dijeron que el jurado se reuniría en abril, pero luego, creo que por dificultades de otros jurados para asistir, me comunicaron que la reunión se aplazaba hasta mayo. Acerca de la naturaleza del premio, no sé absolutamente nada más que lo que dicen las bases publicadas y ni tengo ningún candidato ni sé quiénes pueden ser, si los hay".

Pese a que, en la presentación del premio, no se habló de ningún candidato y pese a la discordancia de fechas entre el límite de presentación de candidaturas (31 de marzo) y la difusión del premio (5 de abril), una portavoz del ICEM señaló a este diario que "las candidaturas han sido presentadas a su debido tiempo por los miembros del Consejo Asesor", aunque rehusó especificar si había otras instituciones catalanas, españolas o extranjeras que hubieran tenido ocasión de presentar candidatos.

Por otro lado, este diario pudo saber que, entre los posibles premiados, se barajaban los nombres del cineasta japonés Akira Kurosawa y del filósofo austriaco Karl Popper. Confrontado con estos dos nombres, uno de los miembros del jurado que solicitó se respetara su anonimato en este punto, señaló que "sus informaciones van por la vía correcta, pero comprenda que no le puedo decir más". Otro miembro del jurado, por separado, confirmó la presencia de Popper y Kurosawa en la lista de candidatos.

Los posibles premiados, Akira Kurosawa y Karl Popper desconocen la existencia del premio catalán y el hecho de que se barajen sus nombres. Hiko Suehiro, yerno y golaborador de Kurosawa, consultado por EL PAÍS en la sede de Kurosawa Productions en Yokohama, dijo en nombre del cineasta que "no conoce la existencia de este premio, pero dadas las características que ustedes mencionan, no me cabe duda de que estaría honrado en aceptar una distinción así, aunque lo lógico es esperar a que el premio sea oficial antes de decir nada".

Karl Popper, por su parte, afirmó también desconocer el premio y su candidatura.