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El general Avril sofoca la rebelión militar en Haití

El presidente de Haití, general Prosper Avril, parece controlar la situación en su país tras los violentos enfrentamientos ocurridos en la tarde y la noche del sábado al domingo (hora local), y en los que, según fuentes hospitalarias de Puerto Príncipe, han perdido la vida al menos 30 militares. En la mañana de ayer todavía quedaban núcleos de resistencia aislados en el este de la capital y se producían tiroteos esporádicos entre facciones rivales de los militares.

La guardia presidencial, integra da por 1.100 soldados, que se ha mantenido leal al general Avril, desencadenó la tarde del sábado un violento ataque contra el cuartel del batallón de Dessalines, cercano al palacio presidencial. Este batallón, con 900 efectivos, es la segunda unidad del Ejército haitiano, integrado por un total de 8.000 hombres. El cuartel de los rebeldes, situado al lado del palacio presidencial, fue bombardeado con fuego de mortero y armas pesadas y sus instalaciones quedaron parcialmente destruidas.La mayor capacidad de fuego y el disponer de las cuatro únicas unidades blindadas del Ejército fue decisivo en estos combates, de cuya violencia da fe el hecho de que la Cruz Roja hiciese llamamientos solicitando ambulancias y donantes de sangre.

Los soldados que no se rindieron huyeron abandonando armas y municiones. Su jefe, el comandante Guy François, logró escapar, y según fuentes solventes de Puerto Príncipe consultadas por este enviado, puede haber pedido asilo en la Nunciatura apostólica de la capital haitiana. El general Avril ha prometido tratar con dignidad y honor a los rebeldes que se vayan rindiendo.

Privado del apoyo del batallón Dessalines, el otro regimiento rebelde, es decir, la unidad antiguerrillera Leopardos, que cuenta con unos 450 hombres, ha perdido la capacidad de iniciativa. Sus mandos se encuentran en estos momentos divididos sobre la decisión a adoptar. Se espera que en las próximas horas anuncien su decisión de rendirse. Esta unidad de elite tiene su base al este de Puerto Príncipe y sus posibilidades de doblegar a la guardia presidencial ahora se han esfumado, ya que para ello debería mover sus efectivos hacia el centro de la capital, donde se encuentra el palacio presidencial, corriendo así el riesgo de dejar indefensos sus propios cuarteles.

En los últimos días los leopardos habían visto mermado el número de sus hombres al aumentar las deserciones a medida que pasaba el tiempo sin lograr expulsar del poder a Avril.

Este cuerpo de elite fue creado por Jean Claude Duvalier, Baby Doc, el heredero de la dinastía duvalierista derrocada en febrero de 1986. Fueron precisamente los leopardos quienes desencadenaron la actual crisis militar al sublevarse y lograr detener momentáneamente al general Avril la noche del 1 al 2 de este mes.

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El aeropuerto sigue cerrado

A mediodía de ayer, los leopardos y otros grupos rebeldes mantenían aún núcleos de resistencia aislados en la zona este de la capital, donde se encuentra el aeropuerto, que seguía cerrado, y el distrito residencial de Petionville. Los rumores de que habían distribuido armas entre la población civil no parecen tener ningún viso de realidad.A juicio de los observadores en la capital dominicana, Avril no se habría lanzado a la ofensiva final si no se hubiese visto respaldado a fondo por Estados Unidos, a cuya solicitud de eliminar del Ejército haitiano a militares implicados en el narcotráfico y la corrupción dio cumplida respuesta el presidente haitiano, lo que llevó a afrontar intereses económicos de los sectores castrenses que como respuesta intentaron apartarle del poder el primer domingo de abril. Otro hecho decisivo para Avril ha sido el que un personaje clave de la situación como es el general Herard Abrahan, jefe del Ejército, le haya permanecido fiel. Los leopardos habían pretendido que fuese precisamente Abrahan quien le sustituyera al frente de la jefatura del Estado.

Los observadores coinciden en que el general Avril sale reforzado de esta situación de crisis no sólo frente al resto de la institución militar, sino que su capacidad de resistencia ha potenciado su imagen con vistas al interior y al exterior. Los observadores no descartan que países como Estados Unidos o Canadá reanuden rápidamente la ayuda económica y militar que interrumpieron a raíz de los sangrientos sucesos de la jornada electoral del 29 de noviembre de 1987.

El general Avril acusó a sectores duvalieristas de tratar de volver a adueñarse de un poder que ostentaron durante 30 años. El Gobierno considera a Roger Lafontant, antiguo jefe de los tontons-macoute y de la seguridad del último Gobierno de Baby Doc, como el jefe espiritual e instigador de la rebelión. Lafontant se encuentra refugiado en la vecina República Dominicana y la Embajada haitiana ha pedido que sea expulsado del país. La pasada semana Estados Unidos se negó a concederle visado de entrada al exiliado duvalierista.

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