"La literatura en alta voz ha retrocedido", dice Alberti

"Creo que la literatura en alta voz, de ataque, ha sufrido un retroceso muy grande" comentó Rafael Alberti ayer tarde. Para el poeta, los escritores de hoy no tienen el valor que debieran y no se comprometen como antes. "Creo que la poesía está un poco apagada para el tiempo en que estamos".

Alberti realizó estas declaraciones al presentar el reestreno de su obra El hombre deshabitado, que tras una gira de éxito por numerosas ciudades españolas se exhibirá a partir del viernes, durante un mes, en el Centro Cultural de la Villa, con la interpretación de José María Rodero en el papel de Vigilante nocturno, y la dirección de Emilio Hernández.Bastante restablecido tras el accidente de automóvil que le afectó dos vértebras, pero todavía sujeto al uso de un bastón, Alberti, de 86 años, sale poco a la calle y trabaja mucho, según dijo. Acosado por las peticiones de entrevistas y de prólogos -el contestador automático de su teléfono niega de antemano las peticiones-, Alberti considera que "cuando un escritor está escribiendo un poema y aparece un entrevistador, lo que sale es otra cosa". Al poeta le gustaría hacer teatro. "Una obra muy escueta, sin tantos adornos, sin tantas luces, sólo la voz del autor. Sigo creyendo en un teatro de agitación política. Creo que el escritor debe oírse en su país".

El poeta conoce la edad en que murieron sus colegas artistas de otros tiempos, y se muestra optimista. "¿Por qué se va a morir uno?", se pregunta mientras informa que ciertos campesinos centenarios de Georgia "se casan con chicas de 30; eso me anima mucho". Y añade: "Quiero cumplir años hacia abajo. Ahora se acaba de morir Goya [es decir, que se murió poco antes de los 86 años]. Hace dos o tres años que murió Víctor Hugo, pero en cambio el Tiziano muere a los 99, y eso que se lo llevó una epidemia, en Venecia, que si no, hubiera podido vivir más". "Lo de la memoria es terrible", dice sin transición, y explica cómo su mujer, María Teresa León, la fue perdiendo.

Aunque estrenada en 1931, Rafael Alberti escribió la obra El hombre deshabitado en 1928, al tiempo que su poemario Sobre los ángeles, considerado por el propio autor como "conflictivo, oscuro". Era un tiempo ya de lucha abierta contra la Monarquía, de emoción histórica y de grandes gestos. El día de la última representación, al cabo de un mes, Alberti se levantó para gritar: "¡Viva el exterminio! ¡Muera la podredumbre de la actual escena española!". Alberti comenta: "Fue como el estreno de Hernani" [la obra de Víctor Hugo que, con aparatoso escándalo, marcó el nacimiento del teatro romántico].