Las obras del anillo olímpico amenazan los yacimientos de Montjïc, según los arqueólogos

Los expertos catalanes consideran preocupante la "indefensión" de los yacimientos arqueológicos de la montaña barcelonesa de Montjuïc ante las obras del anillo olímpico, según ha explicado el director del Servicio de Actividades Arqueológicas del Ayuntamiento de Barcelona, Oriol Granados. Según Granados, "está reconocida la riqueza patrimonial de la zona, pero no ha sido integrada en los planes de desarrollo de la montaña". "Un proyecto como el olímpico", señala, "debe asumir la connotación arqueológica del área, aunque suponga un sobrecoste". Entre los restos amenazados figura un yacimiento de finales del paleolítico y el taller de jaspe del Morrot, un documento "de gran importancia para la ciudad".

Oriol Granados, que advierte que "ninguno de los que intervienen en la montaña podrá alegar ignorancia", explica que los yacimientos están amenazados de destrucción por accesos, parques, jardines, aparcamientos, alcantarillado y otras obras de equipamiento del entorno olímpico en Montjuïc.El proyecto olímpico, dice Granados, "no puede ahorrarse el coste de documentación o .protección de esos yacimientos", algunos de los cuales ya han sido afectados en algunos puntos por cascotes y residuos de obra, aunque no de manera irreparable. Para el especialista, no parece existir una voluntad de salvar este patrimonio arqueológico. "Hablamos solicitado la intervención máxima dado el interés de la zona", señala Granados, "una intervención que no llegaba a los 50 millones de pesetas, incluyendo la difusión de los trabajos, pero esta petición no ha sido contemplada en los planes".

Oriol Granados destaca por su importancia y fragilidad el taller al aire libre de sílex y jaspe del Morrot, situado al pie del castillo de Montjuïc, al norte de la vertiente que mira al puerto de Barcelona. Se trata de un lugar "irrenunciable" para la ciudad desde el punto de vista histórico, un yacimiento "en el que están evidenciados trabajos desde el epipaleolítico (9000 a. C.) hasta la Edad de Bronce, mil años antes de nuestra era".

"Estarnos extrayendo mucho material de este yacimiento", prosigue, "que tuvo una importancia fundamental para la confección de herramientas durante un período muy largo; intentamos restituir a nuestra memoria histórica cosas como el paleo ambiente, el aspecto del paisaje de la época, mediante análisis del polen y residuos vegetales y animales; aclarar las etapas de explotación y deducir cronologías". Granados explica que los elementos del paleolítico "son pobrísimos a nivel de imagen, parece existir una desproporción entre el esfuerzo que se realiza y el dato que se obtiene, pero la propia excavación nos proporciona una información valiosísima, ya que son escasos los documentos de esta época de que disporiemos".

Sondeo

De momento, la gran extensión del yacimiento imposibilita su excavación completa. "Actualmente", dice el dirictor del Servicio de Actividades Arqueológicas, "esperamos acabar la actuación inmediata de sondeo y poder delimitarlo del todo. El gran peligro es que se trata de un yacimiento muy superficial, a la intemperie, y cualquier trabajo en la zona, por mínimo que sea, incluso una limpieza, puede provocar un daño irreversible".En la misma vertiente se encuentra un asentamiento continuado desde el neolítico hasta el siglo VII a. C., y junto al puerto, al lado del antiguo Castell del Port, hay localizado otro yacimiento con una cronología desde el siglo V a. C. hasta principios de época romana- cuya parte más importante corresponde a un poblado laietano clásico.

Este yacimiento se ve afectado por el Parc del Migdia. Granados añade que en Montjuïc "no lo conocemos todo", y pone como ejemplo el hallazgo reciente de un yacimiento "extraordinario" del último periodo de la Edad del Bronce al final de la calle Anníbal, en el barrio del Poble Sec.

El arqueólogo subraya: "Nuestra visión no es conservacionista, sólo solicitamos la preservación de un yacimiento cuando es imprescindible; documentamos las áreas sin impedir que se hagan las reformas o las construcciones, como en la zona del barrio del Raval".

El director del Servicio de Actividades Arqueológicas se lamenta de que la relación que se ha establecido para el casco antiguo de Barcelona, en el que todo proyecto de reforma asume como parte consustancial la actividad arqueológica, con la dedicación del 1 % de su presupuesto, no exista para la montaña de Montjuïc y para otras áreas de su entorno.