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El congreso de escritores iberoamericanos condena el fanatismo iraní

"Esto parece hecho para japoneses". Así definía uno de los congresistas un panegírico spot publicitario que parecía hecho para turistas y que no tenía nada que ver con la realidad de Sevilla, con que la Expo 92 daba la bienvenida a los 80 escritores españoles y latinoamericanos que participan en el congreso que se inauguró ayer en la capital andaluza. El objetivo es debatir las influencias recíprocas entre las culturas españolas e indígenas y la situación actual del castellano en el mundo. La jornada, en la que se acordó por unanimidad "condenar el fanatismo de los dirigentes iraníes vertido contra el escritor Salman Rushdie, se ha caracterizado por la lejanía entre las comunicaciones leídas y los objetivos del congreso.Los escritores participantes han coincidido al resaltar el buen momento que desde el punto de vista literario atraviesa la lengua española, si bien la mayoría de ellos matiza que el idioma hablado no goza de la misma salud. Manuel Vázquez Montalbán considera que el castellano se encuentra en un momento de expansión, "tanto por motivos comerciales como por el alto índice demográfico de los hispanohablantes". El escritor catalán subraya el estado de fragmentación quie experimenta el castellano, "debido a la coexistencia de otras lenguas".

Para el escritor argentino afincado en Barcelona Horacio Vázquez Rial, el castellano corre más riesgo en España que en los países latinoamericanos, "en el sentido de la puja que mantiene aquí con las diversas lenguas locales". De diferente opinión es el también argentino Osvaldo Sorianci, quien considera que "el castellano es una de las pocas lengitas que están consolidándose y avanzado en nuevas zonas, como Estados Unidos", y enfatiza diciendo "que hemos obligado a que todos los brasileños sepan, español".

Mario Onaindía, cuya lengua literaria es el euskera, piensa que se ha roto la tendencia de que una lengua abarque todos los saberes. "Con una única lengua es más fácil de manipular al ciudadano", señala el escritor vasco, que considera que el actual fortalecimiento de las lenguas autóctonas rompe el sistema del Estado moderno, "en pro de la mayor libertad del individuo, al disponer éste de mayor número de fuentes de información". El ecuatoriano Jorge Enrique Adourri, para quien el castellano es la lengua "más hermosa de las que conozco", afirma que hay que cuidar ésta del "bombardeo" del inglés. "Cada producto, cada objeto que se exporta a América Latina, lleva consigo conceptos y palabras ajenas", afirma. De la misma forma opina Arturo Azuela, rector de la universidad Autónoma de México, que califica de "difícil" la situación del castellano. "Hay muchos factores en contra. Los mexicanos, que estamos justo en la frontera con Estados Unidos, tenemos que protegerlo especialmente de la agresión externa, de los anglicismos y de los neologismos".

Félix Grande, director de Cuadernos Hispanoamericanos, opina que el castellano es "sin ninguna duda" uno de los idiomas más vivos y m ás en expansión del mundo. "Esto se debe no sólo a sus raíces, que ya tienen mil años, sino también a su abanico de diversidades, abierto tanto en España como en Hispanoamérica". El escritor jerezano Jose Manuel Caballero Bonald considera que el castellano se está "corrompiendo" en determinadas zonas, y que se encuentra en peligro de "empobrecimiento cultural". "Habría que revitalizar el repertorio léxico, muy restringido en la actualidad", afirma.

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