El filme norteamericano 'Rain man' gana el Oso de Oro

La película estadounidense Rain man dirigida por Barry Levinson, obtuvo anoche, en la sesión de clausura de la Berlinale 89, el Oso de Oro, máximo premio que otorga el festival. Una norma que prohíbe al jurado conceder al filme que obtiene el gran premio otro galardón impidió que Dustin Hoffman se llevara el premio de interpretación. En uno de los varios premios especiales concedidos este año por el jurado, el cineasta francés Jacques Rivette desplazó, con su La banda de los cuatro, al español Carlos Saura, autor y director de La noche oscura.

ENVIADO ESPECIALEl jurado internacional estaba compuesto por el escritor, musicólogo y director de escena suizo Rolf Liebermann, el guionista ruso Boris Wassiliev, el guionista checoslovaco Zdenek Sverak, el actor norteamericano Cliff Robertson, el actor español Francisco Rabal, el director teatral y cinematográfico alemán occidental Adrian Kutter, el cineasta chino Chen Kaige, el director teatral y cinematográfico búlgaro VIadimir Ignatovski, la actriz y directora norteamericana Randa Haines, el cineasta alemán Vadim Glowna y la actriz y bailarina francesa Leslie Caroll.Las maratonianas reuniones finales de los miembros de este jurado son indicio seguro de que se produjeron fuertes y persistentes desacuerdos en las discusiones, sin que al parecer se alcanzara al final la unanimidad en casi ninguna de las decisiones tomadas.

El palmarés

Los premios fueron los siguientes: Oso de Oro para el filme Rain man, de Barry Levinson, Estados Unidos; Oso de Plata al filme Campanas de la tarde, de Wu Ziniu, China; Oso de Plata a la mejor dirección para Dusan Hanak por su trabajo en Yo amo, tú amas, Checoslovaquia; Oso de Plata a la mejor interpretación femenina para Isabelle Adjani por su interpretación en Camille Claudel, Francia, y Oso de Plata a la mejor intepretación masculina para Gene Hackman por su interpretación en Mississipi Burning, Estados Unidos.El jurado concedió también los siguientes premios especiales: Oso de Plata a la mejor labor individual para Eric Bogosian por su guión y su intepretación en la película Talk Radio, dirigida por Oliver Stone, Estados Unidos; Oso de Plata para el filme El verano de Aviya, dirigido por Eli Cohen, Israel, por tratarse de una "historia emotiva y magníficamente interpretada por Kaipo Cohen y Gila Almagor"; premio Alfred Bauer para el filme El criado, de Vadim. Abdraschitov, Unión Soviética, "una película que abre nuevas perspectivas en el arte cinematográfico", y mención especial a Jacques Rivette, Francia, "por el encanto, el humor y la fantasía de su filme La banda de los cuatro".

El premio extraoficial de mayor prestigio en estos protocolarios repartos de méritos es el que concede la Federación de la Prensa Cinematográfica Internacional (FIPRSCI), que fue concedido a La banda de los cuatro, de Rivette. Por otra parte, el premio de la Confederación Internacional de Cines de Arte y Ensayo (CICAE) distinguió a la película húngara Cuando el vuelo del murciélago acaba, dirigida por Peter Timar. Ambos premios son tenidos en alta estima en los medios cinematográficos por su habitual rival, por ser completamente ajenos a las presiones políticas y comerciales que siempre influyen en los galardones oficiales y por ser concedidos por un conjunto de expertos de reconocida solvencia. En efecto, ambos filmes han sido de los escasos que han dejado una huella profunda en casi todos los análisis y comentarios publicados estos días sobre la Berlinale 89.

Estreno

Anoche, en la sesión de clausura, se estrenó la última película de Woody Allen Otra mujer, interpretada por Gena Rowlands y el premiado Gene Hackman. Es impresión unánime que con este último filme Allen recupera el pulso y la capacidad de acierto que había perdido en sus más recientes películas y especialmente en la mediocre Septiembre. Es Otra mujer una obra ágil e inteligente, que ofrece síntomas de que el cineasta neoyorquino comienza a entrar en una etapa de madurez en su carrera.La proyección de la película de Woody Allen fue acogida con la mayor salva de aplausos que se ha oído durante estos últimos 12 días en la sala del Zoo Palast. De haber concursado este filme y el que inauguró el festival, Relaciones peligrosas, del británico Stephen Frears, el panorama un tanto desolador que ofrece el palmarés arriba reseñado habría cambiado por completo.

La impresión sobre esta recién finalizada Berlinale 89 está lejos de ser satisfactoria. Entre las 29 obras presentadas en la sección oficial, incluidas las exhibidas fuera de concurso, no hubo ni una sola película que pueda considerarse excepcional. Sin embargo, abundaron las películas de categoría media e incluso baja. Y, sobre todo, dio la pauta una serie de películas ambiciosas que se quedaban sistemáticamente a mitad de camino de lo que pretendían, lo que produjo una generalizada sensación de impotencia y de búsqueda de caminos que no conducen a ninguna parte.