Cómo se preparan los libros del año que viene
Del río de Julio Llamazares al vampirismo psíquico de Adelaida García Morales
"Creo recordar que fue a Carpentier a quien le preguntaron por qué siempre escribía sobre cosas tristes, y éste respondió: 'Y a usted quién le ha dicho que yo puedo elegir sobre lo que escribo?". De este modo ejemplariza Julio llamazares (1955) su obsesión por el paisaje y la presencia constante del mismo en su obra. Un libro de viajes, un recorrido real por un río de León que llevó a cabo en el año 1982, es su último trabajo, todavía inacabado. Llamazares, junto con Juan Marsé, Antonio Muñoz Molina, Adelaida García Morales o Rosa Montero, entre otros, explican qué están escribiendo actualmente.
Nacido en Vegamián -pueblo ya desaparecido-, Llamazares se ocupa en estos momentos del eco de un pequeño río y quiere con ello darle la razón a Cela cuando afirma que "los caminos no se andan con los pies, sino con el corazón"; es por eso por lo que un día decidió atrapar su memoria viajera y dotarla de alma por medio de la escritura."El río del olvido está escrito con la misma voluntad literaria que cuando escribo ficción. En él recuerdo para contar las sensaciones que me invadían cuando seguía el camino del Curueño". Aquel viaje, en el que le acompañaron dos amigos, le sirve también para dejar un año en blanco entre novela y novela, aunque Llamazares no se ha podido sus traer al juego de la ficción, ya que el narrador charla y comenta incidencías con el viajero. Un viajero que, según su autor, es mezcla de los tres protagonistas reales de aquella aventura: él mismo y sus dos compañeros.
Y si Llamazares trata de exorcizar con su periplo la ficción de sus novelas a Antonio Muñoz Molina (1956), el ubetense afortunado de este año bisiesto -que ha conseguido con El invierno en Lisboa el Premio de la Crítica-, una nueva novela le sirve también para contrarrestar el impacto de la última. "Cuando acabas un libro necesitas distanciarte de él como escritor". Con Beltenebros -título de su novela, que está prácticamente acabada- "recupero de algún modo Beatus ille, aunque no tenga nada que ver con este libro. La novela era el esbozo del guión de una película que no cuajó. Y en ella se narra la historia de una persecución: la que sufre el traidor a una organización clandestina".
Contada en primera persona por Darman, el perseguidor, la acción se sitúa en los años sesenta, aunque no se concreta la fecha. Y si fecha y organización pueden hacer pensar en ciertas similitudes con La quincena soviética, de Vicente Molina Foix, el último premio Herralde de Novela, hay que aclarar que son las únicas. Porque Beltenebros es, .sobre todo,una fábula sobre la traición y la lealtad. Mi pasión es inventar historias cuyo eje central sea la voluntad de saber. De ahí que en mi, obra siempre aparezcan situacliones de intriga".
Marsé no puede ser más tajante: "Lo siento, pero no quiero contar nada (le ella". Un año de trabajo cuanto menos necesita para acabar su novela, que tiene el título, provisional, naturalmente, de El amante bilingüe.
Copiar
Rosa Montero, que es lo más parecido a un incendio cuando habla, es clarísima de entrada: "Del argumento no quiero decir nada; pienso que es una idea tan buena que si la dices te la copian". Un mundo paralelo y emblemático, una protagonista cuya existencia literaria transcurre entre los 13 y los 21 años; 400 páginas aproximadas de texto de las que lleva 112 de una primera versión -será, pues, su novela más larga- y reflexiones sobre la vida, la muerte, el amor y el desamor, "pero no al estilo didáctico-social de Orweil o Huxley", son los datos que se permite confiar sobre su obra. Una novela definida por su autora corno "de aventuras, pero metafísica". Una novela a la que no puede llamar de ficción científica porque no aparecen máquinas ni planetas ni los elementos propios del género. Una novela, "eso sí lo digo", que finaliza con expectativas de bonanza.
Solitario de amor fue su último trabajo; Cosmogonías, un volumen de relatos, acaba de aparecer, y trabaja en reescribir una novela que se publicó en 1970. Ella es Cristina Peri Rossi.
"El libro de los primos fue prohibida por la censura cuando se publicó en Uruguay. Se agotó la primera edición, pero no se pudo hacer una segunda. Fue la primera novela uruguaya en donde participaba de un modo ostensible jpn la acción la guerrilla urbana". En ella, Peri Rossi narra la vida de una familia de la oligarquía en un país de América Latina. Cada capítulo está narrado por uno de los primos, fundamentalmente por.el más pequeño, un niño de unos 10 años. La decadencia de esta familia y el trauma que causa en ella el que uno de los primos milite en la guerrilla es el tema central.
Pero en lo que está trabajando como primera experiencia es en un libro titulado provisionalmente Fragmentos para una autobiografia. "Está recién empezado. Lo escribo con la inteligencia y la imaginación. Asumo la primera persona del femenino, cosa que no hago habitualmente. Y es la historia de una mujer que ha dedicado su vida a las letras y al amor. Es un libro muy pegado a mi piel".
También una mujer que narra en primera persona es la protagonísta de la novela en la que está trabajando Pilar Pedraza (1951). La autora de Las joyas de la serpiente y La fase del rubí abandona las épocas pasadas y sitúa a su protagonista en "la modernidad más rabiosa". Problemas de identidad sexual, sensaciones afectivas contradictorias y la figura del doble: un escultor que introduce en la novela la faceta fantástica, "faceta a la que no puedo ni quiero sustraerme", son elementos principales de esta novela, cuyo título, también provisional, es Mí amigo el escultor. A pesar de que lleva bastante adelantada la novela, "100 páginas de'una quinta versión" prefiere reservarse el nombre de la protagonista, "un sobrenombre clásico que en estos momentos todavía prefiero ocultar".
Madrid
La idea de una nueva novela ya se ha instalado en el cerebro de Juan José Millás. Va a situar la acción en Madrid, "pero no en el Madrid real, sino en un Madrid espacio mítico, como sucede con Región, de Benet, o Macondo, de García Márquez. Es una historia de recapitulaciones en donde la amistad tiene más importancia que el amor. Esa amistad, que sólo es posible en la adolescencia y que deseo ver cómo se desarrolla, cómo se proyecta en el futuro, con el paso de los años". Mientras, ha recopilado cuentos para un volumen de narraciones, está corrigiendo su primera novela, Cerbero son las sombras, y lleva también a cabo, por encargo, un libro sobre Madrid; "es en realidad una antiguía de esa ciudad".
"Desde que acabas una novela hasta que comienzas otra, uno se queda a la intemperie. La novela es como un refugio. Y esta sensación de estar en pelotas es inconcebible para un escritor; entonces procuras hacer mil cosas: conferencias, viajes... Cuando comienzas otra novela, cuando te empiezas a construir la cabaña, y es esto lo que me está pasando en estos momentos, es entonces cuando te das realmente cuenta de que lo que sucede en el exterior no te importa absolutamente nada. Es el gran privilegio de los escritores".
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