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EL POLÉMICO LEGADO DEL ARTISTA

El Gobierno catalán descarta la presentación de recurso contra el último testamento de Dalí

Max Cahner califica al Estado de "fuerza de ocupación", y al pintor, de "pusilánime" y "cobarde"

EL PAÍS, El ex consejero de Cultura de la Generalitat Max Cahner García emitió ayer la opinión de que el Estado español se había comportado como "una fuerza de ocupación" a la hora de obtener el legado de Salvador Dalí. Cahner afirmó, sin embargo, que era imposible recurrir el testamento, pues Dalí se hallaba en plena lucidez mental. El Gobierno catalán, del que Cahner formaba parte entonces, no ha considerado en ningún momento que se pueda plantear un pleito en forma contra el último testamento, a pesar de que su propio presidente, Jordi Pujol, ha hablado sin ambages de "engaño". Las autoridades convergentes esperan resignadas lo que consideran las migajas de la herencia, consistentes en obras en depósito, pero con titularidad estatal. El ex conseller ha producido la reacción de mayor despecho de todo el caso Dalí y ha Negado a utilizar los calificativos de "pusilánime" y "cobarde" refiriéndose al pintor.

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El Estado español habría sido designado heredero universal de los bienes del pintor en el marco de una operación destinada a "rescatar para España una cosa que Dalí había dado a Cataluña", según Cahner. En el diseño y aplicación de este plan, Cataluña habría sido considerada, en opinión de Cahner -actual presidente del diario Avui-, "como un país extranjero", en el que la Administración central habrían actuado "como fuerzas de ocupación". Los representantes estatales se habrían comportado, siempre según el ex conseller "como lo hubieran hecho en Paraguay", si hubiese existido la posibilidad de que Dalí donara su patrimonio a este país.Cahner desechó, pese a ello, que exista ninguna posibilidad de instar la nulidad del testamento, porque en la época de su firma "Dalí sabía lo que se hacía, es decir, podía mantener una conversación normal durante un cuarto de hora, aunque, pusilánime como era, incapaz de hacer nada sin ayuda, estaba sujeto a todo tipo de presiones y coacciones".

El ex conseller dijo no albergar ninguna duda sobre la decisiva influencia que tuvo en Dalí, a la hora de redactar su testamento, la solución de sus eventuales problemas con Hacienda o, más exactamente, las consecuencias que habría podido sufrir si no accedía a las supuestas pretensiones de la Administración central. "Dalí temía morir pobre", recordó Canher, quien también afirmó: "El testamento fue sugerido por el Gobierno, redactado por Doménech [abogado del pintor, que tampoco pudo ser localizado ayer] y protocolizado por el notario Foncillas".

Las últimas voluntades de Daií han sido como un jarro de agua fría para la Administración autonómica, que, confiando en que al final todo se repartiría a partes iguales con el Estado, re nunció en su día a la parte que le correspondía de la herencia de Gala, "para facilitar", como re cordó Caliner, "el acuerdo con Cecile Elouard, hija de la esposa del pintor". El ex conseller no pudo precisar ayer qué habría correspondido a la Generalitat de este legado.

Cahner negó, en contra de los sugerido por algunas fuentes, que fuera el responsable con sus erroresde que Dalí modificara el testamento dictado en 1980, en el que, al parecer, cedía sus bienes al Estado y a la Generalitat a partes iguales. Caliner dijo que no mostró desinterés, como se ha dicho, por la creación de la Fundación Gala-Dalí, constituida formalmente en diciembre de 1983, más de un año después de la firma del testamento, sino que se limitó a exigir que los estatutos de la nueva institución se ajustaran a la legislación catalana y que su sede se fijase en Cataluña. "Doménech", dijo el ex conseller, "realizó un redactado ambiguo [de los estatutos]", que fue aceptado por todas las instituciones citadas en los mismos: la Administración central, los Ayuntamientos de Figueres y Cadaqués y la propia Generalitat.

Cahner rechazó también que el incidente ocurrido durante el acto de inauguración de la exposición antológica del pintor en Madrid, conocido como el caso Feo, hubiese tenido nada que ver con la decisión de Dalí "porque ni siquiera se me relacionó con él". Fuentes de la Generalitat precisaron, además, que el mencionado incidente se produjo en mayo de 1983, cuando el testamento ya había sido dictado por el pintor.

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