Rakowski prevé "cambios históricos" en Polonia

La Comisión Ejecutiva Nacional (KKW) del sindicato ilegal Solidaridad decidió ayer, tras un largo debate, aceptar un diálogo "lo antes posible" con las autoridades, a pesar de las condiciones que éstas imponen. Mientras, el jefe del Gobierno polaco, Mieczyslaw Rakowski, manifestó en Bonn que confía en que Lech Walesa se adhiera a su política económica, y anunció "cambios históricos" en el sistema político de su país. Rakowski dijo que Solidaridad tiene que decidir si quiere ser un sindicato o transformarse en un Partido de oposición.

El jefe del Gobierno polaco señaló que él puede imaginarse a Solidaridad como un futuro partido de oposición. Aseguró que, tras haber escuchado las últimas declaraciones de Walesa, no sólo considera posible la cooperación, sino que pueden "encontrarse en el mismo bando con el objetivo de superar esta crisis" de Polonia. Rakowski, que se manifestó "muy seguro" de que el partido comunista polaco ganará las próximas elecciones, dijo que Walesa tiene el mismo programa de reformas que el Gobierno que él preside.La noticia sobre las eventuales negociaciones entre el Gobierno y Solidaridad se vio, sin embargo, ensombrecida por el asesinato de un sacerdote varsoviano próximo a los círculos disidentes, hecho que algunos no dudaron en calificar de "provocación política".

Al cabo de tres meses sin progreso alguno hacia la propuesta de mesa redonda entre el Gobierno y la oposición, parece abrirse la perspectiva del comienzo de las negociaciones en las que se decidirán las futuras formas de la vida política y sindical en Polonia. En principio, se cree que ésta podría iniciar sus reuniones a comienzos de febrero próximo.

La Comisión Ejecutiva Nacional de Solidaridad (KKW), reunida el pasado fin de semana en Gdansk, hizo constar en un comunicado emitido ayer la voluntad del sindicato de actuar con arreglo a las leyes polacas y los estatutos del mismo, aprobados en octubre de 1980.

Condición fundamental

De esta manera, el comunicado de la KKW recogía la condición fundamental de la apertura de las negociaciones, mencionada el pasado jueves por el primer secretario del Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP) y jefe del Estado, general Wojciech Jaruzelski.

Que Jaruzelski haya considerado esa condición como la única indiscutible quitó el carácter de condición previa a las exigencias de que Solidaridad contrarrestara las posibles acciones de protesta y renunciara a la financiación extranjera formuladas en un documento sobre el pluralismo sindical y político aprobado por el pleno del Comité Central del POUP los pasados días 16 y 17 de enero.

La KKW consideró también, según parece, que pueden desbloquearse los preparativo para la mesa redonda, una vez que el partido ha formulado en ese documento una declaración de sus intenciones respecto al pluralismo sindical, que Solidaridad había venido reclamando desde hacía tres meses. Según el documento, el Comité Central del POUP "se pronuncia a favor de levantar, en condiciones de entendimiento nacional, las limitaciones en la creación de nuevos sindicatos".

El próximo miércoles se espera un encuentro de Lech Walesa con el general Czeslaw Kiszczak, ministro de Interior y responsable de llevar el diálogo de la mesa redonda. En éste podrían acordarse los detalles técnicos de las futuras negociaciones.

El hecho de que en la declaración de la KKW se mencionen los estatutos de Solidaridad de 1980 indica claramente que el sindicato no está dispuesto a renunciar a su identidad en el curso de las negociaciones, que con toda seguridad van a ser largas y difíciles.

Los previsibles contenciosos son múltiples, como, por ejemplo, la prohibición de huelga durante los próximos dos años y el distanciamiento de Solidaridad de otras organizaciones de oposición más radicales. Estos puntos fueron expuestos por el primer ministro Rakowsk en el reciente pleno del partido pero no parecen ser aceptables para la dirección del sindicato. Solidaridad teme perder su propia base social, radicalizada por la penuria y la falta de perspectivas económicas.

Al anunciar la decisión de Solidaridad, su líder, Lech Walesa, dijo en Gdansk que Polonia tenía una mejor oportunidad de reconciliación nacional que en 1980-1981, cuando los 16 vieses de agitada vida legal de Solidaridad acabaron con la supresión del sindicato y la declaración de la ley marcial en el país.

Sacerdote asesinado

En este tono precisamente se contentaba ayer en Varsovia la muerte de Stefan Niedzielak, de 74 años, un sacerdote de la parroquia de San Carlos Borromeo próximo a la ilegal organización nacionalista KCL (Confederación de la Polonia Independiente), el cual fue hallado muerto el pasado sábado en su domicilio después de que sus familiares se inquietaran por la ausencia del sacerdote de sus obligaciones pastorales.

El cardenal primado de PoIonia, Josef Glemp, que se reunió con sus colaboradores nada más enterarse del suceso, calificó la muerte del sacerdote como "una nueva tragedia y un choque para la Iglesia polaca".

La conmoción que provocó la noticia del asesinato recordó la trágica muerte, en octubre de 1984, de otro párroco católico, Jerzy Popieluszko, asesinado poragentes de la policía política polaca.

[La agencia oficial de noticia 3 de Polonia, PAP, dijo anochie que existen muchos indicios de que Niedzielak murió después de "ser robado y agredido y que las heridas sufridas hacen creer que fue asesinado", informa