Tema repetido

El cine americano, que demuestra un reiterativo interés por la comedia, busca con tal ansia nuevas variantes argumentales, que le inducen, cada vez que halla un nuevo tema, a explotarlo sistemática y repetitivamente hasta la extenuación. Así, en los últimos tiempos, se ha impuesto la moda de aquellas películas que relatan las efímeras aventuras de niños cuyo físico se convierte en el de un adulto, de modo repentino y fruto de un prodigio mágico y sobrenatural, y de adultos, que por el mismo azar, ven transformado su cuerpo en el de un niño.El último estreno que se inscribe en esta modalidad de comedia fantástica, Viceversa, tiene como protagonistas a un padre y a su hijo, que cambian sus apariencias físicas, y que se ven obligados a permutar sus papeles dentro de la sociedad. Al final de la cómica aventura, que les servirá para entender mejor sus mundos opuestos, se encontrarán más unidos. La peripecia argumental aprovechará como muletillas la dura vida sentimental de un ejecutivo que antepone su trabajo a los afectos familiares, y también una breve y exótica pincelada tailandesa

Este tipo de realizaciones, que en buena parte descansa sobre el trabajo de los actores protagonistas, tiene como fin encandilar por igual al público adulto e infantil. En el presente caso, el papel de adulto se ha encomendado a Judge Reinhold, actor de aspecto juvenil, y el de niño, a Fred Savage, de físico adecuado para fingir el gesto grave de los adultos, y que puede ser recordado para sus apariciones anteriores en Más allá de la realidad y La princesa prometida: lícito recurso para inducir a la credibilidad de la ficción expuesta.

Trabajo impersonal

El filme está dirigido por Brian Gilbert, cineasta de origen británico, formado en parte en la Escuela Nacional de Cine de Londres, y que debutó como realizador comercial, auspiciado por David Putnam, con French Lessons. El trabajo que realiza en Viceversa puede calificarse como impersonal y funcional, limitándose al servicio de la historia. Para ello se sirve del recurso de introcudir la comicidad en las relaciones sentimentales de los personajes, donde intenta no ser sensiblero, aunque para ello se aleja de la emotividad.Su resultado es una comedia amable y simpática, que recuerda en su argumento a De tal astilla, tal palo, y que, sin grandes pretensiones, consigue divertir lo justo para hacer llevadera su visión.