La construcción ha aumentado su empleo un 32% durante los tres últimos años

La construcción tiene futuro. Esto lo creen los empresarios del sector los sindicatos y las administraciones. Quien no parece creerlo son los estudiantes. El resultado es una falta de interés por formarse como albañil, yesero o encofrador que actúa como lastre sobre las obras proyectadas. El sector ha recuperado el empleo en un 32% en España y en un 24% en Cataluña, donde los empresarios se comprometen a mantener un aumento del 10% acumulado en los próximos cinco años.

En Cataluña sólo se necesita, para ese período, 56.500 albañiles y los empresarios dicen también que nadie quiere ese trabajo pese a que algunos especialistas están cobrado hoy hasta 400.000 pesetas mensuales, según un estudio de la Cámara de Contratistas de Obras Públicas (CCOC). El porcentaje de parados sobre población activa en Cataluña ha pasado del 26,6%. en 1986 al 13,4% en 1987 y se prevé que llegue al 4,5% en 1992.A finales del tercer trimestre de 1977, la Encuesta de Población Activa (EPA) aseguraba que 1.242.100 personas trabajaban en España en el sector de la construcción. A principios de 1985, esta cifra se había reducido a 747.000. Es dificil encontrar un sector productivo que en el mismo período hubiera sido más afectado por la crisis. Pero esta pérdida de empleo tiene unas causas y unas consecuencias algo diferentes a las de otras áreas. Por supuesto, el descenso en la contratación de obras es uno de los principales motivos para la caída de la contratación laboral, pero también juega el hecho de que la construcción ha sido el primer empleo de una población rural que abandonaba el campo para la ciudad.

Tras un paso efímero por los andamios, se buscaba un nuevo puesto de trabajo en la industria. Las consecuencias de este hecho son que, cuando se ha producido la recuperación y el sector ha empezado a asumir puestos laborales se ha encontrado con una más que preocupante falta de mano de obra cualificada que ha llegado, en el caso de grandes concentraciones como Cataluña, urgidas por la proximidad de 1992, al peligro de tener que aplazar inversiones y obras.

Según un estudio de la CCOC, las empresas de la construcción necesitarán incorporar, en los próximos cinco años, una media anual de 11.300 trabajadores cualificados, es decir, un total de 56.500 nuevos puestos de trabajo. El problema, sin embargo, es que hoy mismo se deberían incorporar los primeros y no hay suficientes en el mercado. No ya en el mercado de trabajo catalán, ni siquiera en el mercado español se pueden encontrar las manos necesarias, según fuentes empresariales. Frente a ello, algunos empresarios y también instituciones, están empezando a pensar seriamente en la posibilidad de aplazar determinadas obras o en importar la mano de obra de lugares más lejanos. Hay quien mira hacia Corea del Sur, pero hay quien prefiere mirar hacia la población de norte de África afincada y formada ya en el sur de Francia.

Ayuda externa

Algunos empresarios ya han recurrido a la búsqueda de mano de obra en otras comunidades. Grupos de encofradores o yeseros o ferralistas, procedentes en gran parte de Galicia, trabajan en las obras de Barcelona o de la costa catalana. Son contratados colectivamente, realizan su trabajo y cambian de empresa, si les da tiempo porque, según asegura Antonio Gabarró, del Asociación de Constructores de Cataluña, es frecuente ver empresarios o representantes suyos en obras ajenas intentando y logrando fichar a estos grupos, con la consiguiente elevación de precios.

El conjunto de la población activa española del sector de la construcción ha aumentado notablemente desde que se tocara fondo en 1985. Si entonces el total de empleados era de 747.900, actualmente la cifra alcanza los 991.100. Es decir, se ha producido un incremento del 32,5%. En el caso especifico de Cataluña, que viene a representar un 16%. del conjunto de la construcción en España, la evolución del empleo en el sector es muy parecida. De los 240.300 empleados que había en 1977, se ha pasó a 110.200 en el segundo trimestre de 1985 y, desde entonces hasta hoy la cifra a ascendido a 155.800. Es decir, se ha experimentado un incremento del 24,17%. Si el incremento es menor al del conjunto de España durante el período 1985-1988, la previsión de crecimiento es notablemente mayor, aunque las dificultades son, y en ello coinciden sindicatos y patronos, muy notables y algunos han empezado ya a sospechar y decir en voz alta que ciertas obras programadas para 1992 habrá que reprogramarlas para más adelante.

En otro punto, el estudio realizado por contratistas y constructores afirma que la población activa del sector, situada actualmente en la cifra de 155.800, debe alcanzar los 211.700 puestos de trabajo en 1992, con un crecimiento constante del 10% anual. Ahora bien, los empresarios de Cataluña tendrán dificultades para seguir importándola e incluso para retenerla a no ser que la paguen a precio de oro.