Los Reyes inauguran la exposición Carlos III, Alcalde de Madrid

Dentro del conjunto de exposiciones que se han organizado el presente año con patrocinio oficial celebrando el segundo centenario de la muerte del rey Carlos III, le ha tocado ahora inaugurarse en el Centro Cultural de la Villa y con la presencia de su majestades los Reyes de España la titulada Carlos III, Alcalde de Madrid, que estará abierta al público hasta finales del próximo enero.Al margen de esta exposición hay que insistir sobre la falta de coordinación en la celebración de este centenario, que ha contado con múltiples manifestaciones de muy desigual calidad, disputándose entre ellas el posible contenido para su exhibición. Sea como sea la de Carlos III, Alcalde de Madrid resalta el apoyo que dio a la arquitectura el monarca ilustrado, apoyo que tuvo su representación más clara en el amplio programa de transformación urbanística que impulsó hasta cambiar por completo la imagen de Madrid. Tenaz y escrupuloso, este rey "aburrido", pero eficaz, que no se distinguió por su amor a las demás artes, se entregó, sin embargo, con entusiasmo a la arquitectura, pues en ella veía, como otros ilustrados, un mayor sentido ético, social y económico.

La exposición, cuyo comisariado ha corrido a cargo de Carlos Sambricio y cuyo montaje ha correspondido a Javier-Feduchi, trata de combinar la exhibición de lo que era el ambiente de la época -costumbres, ciencias, cultura- con el estudio de la arquitectura. Es este segundo aspecto el que se lleva la palma del mérito, tanto por la presentación de un inmenso conjunto documental, en buena parte inédito, como por la disposición didáctica de instrumentos, planos y maquetas, entre los que destacan la reproducción de fragmentos arquitectónicos a gran escala, en cartón piedra, representativos cada uno de ellos de los tres estilos característicos que se dieron cita en la época de Carlos III: el barroco tardío, el clasicismo barroco y el neoclasicismo.

La muestra, concebida como un recorrido en dos alturas, encubre y ameniza el sórdido ámbito para exposiciones del Centro Cultural de la Villa, resulta instructiva y entretenida, dotada como está con toda suerte de efectos espectaculares.