Zaldivar. "El régimen de Pinochet está en vías de extinción"

El vicepresidente del Partido Demócrata Cristiano (PDC) chileno, Andrés Zaldívar, cree que la tarea fundamental de la oposición chilena tras el resultado del plebiscito del pasado 5 de octubre es "crear las condiciones para una transición coherente y eficiente". El futuro del general Augusto Pinochet tras su retirada del poder -prevista, según su propia Constitución, para mediados de marzo de 1990- "no es la principal preocupación actual" de los demócratas chilenos, afirma. "El de Pinochet" dice, "es un régimen en extinción".Abogado, ex ministro, ex senador y ex presidente de su partido, Zaldívar, de 52 años, es uno de los cuatro nombres que se presentan a las primarias de su partido, previstas para mediados de enero, en las que se elegirá al que será, con toda probabilidad, el candidato único de la oposición para las elecciones presidenciales de finales del próximo año. Los otros tres nombres son Patricio Aylwin, presidente del partido, al que Zaldívar apoya y que tiene actualmente la primera opción; Gabriel Valdés, considerado en general como más a la izquierda, y Arturo Frei, hijo del ex presidente democristiano Eduardo Frei. "Sólo presentaré mi candidatura en firme si Aylwin decide retirarse", afirma Zaldívar, que estuvo esta semana en Madrid.

Zaldívar cree que la oposición chilena debe jugar con mucha cautela sus cartas en la situación actual, "en que un dictador derrotado en las urnas se mantiene en el poder con un plazo fijo". "Si la oposición no comete grandes errores, como levantar dos candidaturas o ejercer una presión social exagerada que genere una sensación de anarquía, va a ganar claramente las elecciones", afirma. El veterano dirigente político, que fue uno de los tres coordinadores generales de la reciente campaña opositora en el plebiscito, cree que hay que ser realista y no esperar que Pinochet acepte negociar la reforma política ni suponer que va a convocar a elecciones antes del plazo máximo que le faculta la Constitución: el 14 de diciembre del año próximo.

"Si trabajamos con esa hipótesis", afirma, "tenernos un enorme trabajo por delante: definir en conjunto un candidato único, un programa y una coalición de Gobierno que permita una gestión eficiente de la transición; negociar con fuerzas democráticas de la derecha y sectores de las fuerzas armadas un consenso sobre las reformas políticas, y fortalecer los partidos políticos como pilares de la nueva democracia".