La OTAN responde a Moscú proponiendo reducir a la mitad los arsenales convencionales en Europa
La OTAN contestó ayer a la decisión unilateral del líder soviético, Mijail Gorbachov, proponiendo drásticas reducciones de las armas convencionales en Europa y concretamente pidió la eliminación del 50% de los cerca de 80.000 carros de combate existentes en Europa. Reunidos en el marco de un Consejo Atlántico, los 16 ministros de Asuntos Exteriores no se conformaron con tomar nota o acoger favorablemente el anuncio de Gorbachov, sino que revelaron su objetivo en la negociación sobre desarme convencional con el Pacto de Varsovia que se iniciará el año próximo en Viena.
Gorbachov había revelado en Nueva York, ante la Asamblea General de la ONU, su intención de disminuir unilateralmente en medio millón de soldados la presencia militar soviética en Europa del Este. Ayer, los jefes de la diplomacia atlántica dieron, uno tras otro, su bienvenida a la oferta, que a muchos pilló por sorpresa. Para el alemán occidental Hans-Dietrich Genscher, el discurso pone además de relieve "hasta qué punto la modernización de las armas nucleares de corto alcance", que la OTAN tiene pendiente, "es un asumo menor".Resumiendo acaso la opinión general, el secretario de la OTAN, el alemán occidental Manfred Woerner, afirmó ayer, al iniciarse la reunión ministerial, que la propuesta de Gorbachov es "un hecho nuevo del que nos felicitamos", pero subrayó a continuación que las medidas anunciadas "reducirán pero no eliminarán la superioridad soviética", que, según él, el secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética ha reconocido por primera vez implícitamente al efectuar su anuncio.
Límite global
El titular español de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, reaccionó en términos similares al resaltar que la oferta tiene "un significado indudablemente positivo y crea una atmósfera propicia para la futura negociación", en la que la OTAN "va a formular una petición de reducción mucho más fuerte" que el ofrecimiento de Gorbachov, porque éste sólo atenúa la actual disparidad armamentística entre ambos bloques.
"Nuestro objetivo es muy ambicioso", prosiguió Woerner ante los ministros, porque, "cuando la OTAN inicia su quinta década de existencia, los aliados van a negociar todo un abanico de temas que nunca ha sido tan amplio en toda la historia de las relaciones Este-Oeste". Para poder empezar las conversaciones, el orador pidió al Pacto de Varsovia que publique sus cifras comparadas de las fuerzas convencionales en el Viejo Continente, tal y como lo hizo la Alianza Atlántica a finales de noviembre.
Tras recalcar que la mayor amenaza son las armas destinadas a llevar a cabo operaciones ofensivas de gran envergadura, como los carros de combate, la artillería y los vehículos blindados de transporte, el texto aprobado por los 16 ministros solicita el establecimiento de un límite global para cada uno de estos tipos de armas. En el caso de los carros de combate, la aplicación de la propuesta supondría que cada bloque sólo podría tener un total de 20.000 carros, hasta un total de 40.000, la mitad que en la actualidad. La superioridad numérica de la URSS en este terreno es de tres a uno, aunque sus unidades son, en general, menos modernos.
El comunicado atlántico precisa a continuación que ningún país sería además autorizado a poseer más de, por ejemplo, un 30% del total de las unidades de una determinada arma existentes en el Viejo Continente, y en virtud de este principio, la URSS no debería poder disponer de más de 12.000 carros de combate, en lugar de los 37.000 actuales.
El número de unidades de combate desplegadas en la zona fronteriza entre el Este y el Oeste estaría también sometido a un techo máximo, lo que en la práctica obligaría a la URS S a retirar de Checoslovaquia, Alemania Oriental y Hungría más tropas que las seis divisiones que Gorbachov ,anunció que desmantelaría ante la Asamblea General de la ONU. "Detrás de esta petición", señala un diplomático, "se esconde un objetivo manifiestamente político".
La OTAN hace, por último, hincapié en la consabida necesidad de "instaurar un régimen riguroso y fidedigno de control y verificación que prevea el intercambio de datos pormenorizados sobre las fuerzas y su despliegue, y que otorgue también el derecho a llevar a cabo inspecciones in situ. [Alfred Cahen, secretario general de la Unión de la Europa Occidental (UEO), afirmó ayer en París que la propuesta de reducción de tropas hecha por Gorbachov indica, por primera vez, un cambio en la concepción del Pacto de Varsovia al pasar de las armas ofensivas a las defensivas, informa José A. Sorolla].
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