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La fascinación dionisiaca

Eduardo Haro Ibars, recordado por sus compañeros en la Sociedad de Autores

La figura del escritor y periodista Eduardo Haro Ibars, fallecido el pasado 16 de agosto a la edad de 40 años, fue recordada en una mesa redonda celebrada en la Sociedad de Autores el pasado martes. Haro Ibars, que dejó escritos media doceria de libros y numerosos artículos periodísticos, fue evocado principalmente como persona, confabulador nocturno, provocador lúcido y ácido, antihéroe y pionero de marginaciones. En el acto intervinieron, además de su hermano Eugenio, los periodistas Carlos Tena, Jesús Ordovás y Moncho Alpuente, y el músico Fernando Márquez.

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Bífidos

Al final de su obra Empalador, hay una frase que define con bastante precisión el talante de Eduardo Haro Ibars: "Aconsejo a los jóvenes poetas que dejen la escritura idiota y salgan a la calle a hacer algo divertido". Jesús Ordovás se refirió al carácter callejero y noctámbulo del escritor, que le hicieron imprescindible en todo tipo de manifestaciones, conciertos y festejos. Ordovás destacó también la profunda influencia que Haro Ibars tuvo en el mundo del pop y del rock: "Fue la influencia más revulsiva y más culta".Durante todo el acto planeó en la sala una palabra clave: maldito. Porque Eduardo lo fue, seguramente a su pesar. Su tremenda sinceridad se consideró siempre como una provocación. Esta sinceridad le llevó a declarar en 1975 a la revista Disco Express: "Soy homosexual, delincuente y drogadicto". Vivió vertiginosamente, casi al borde en todo momento, merodeando por las fronteras y seducido por el abismo. Por eso su prematuro final no carece de lógica. "Prefirió morir estando vivo que vivir como un zomb¡e", dijo Fernando Márquez.

También hubo consiantes referencias al artículo La generación bífida, escrito por Eduardo Haro Tecglen, padre de Eduardo, en EL PAÍS. Moncho Alpuente discrepó de algunos conceptos: "No es cierto que en los años sesenta hubiera una izquierda alegre y juvenil. Por entonces la izquierda estaba todavía de luto y pensaba que el sexo, las drogas y el rock and roll eran contrarrevolucionarios. Haro Ibars sufrió una doble marginación: "por ser de izquierdas y por ser moderno". Tanto Alpuente como Fernando Márquez recordaron algo que Haro Ibars repetía: "El SIDA es una creación tan artificial como la heroína. El SIDA es una trampa propiciada por el poder". Carlos Tena, refiriéndose a la muerte del escritor y periodista, llegó a decir: "Se está dejando morir a la inteligencia. Esta, muerte es un ejemplo de cómo trata el poder a la gente que piensa en libertad".

A pesar de que todavía había congoja en los rostros de casi todos los asistentes al acto, muchos de ellos amigos de Eduardo, se hizo hincapié en el sutilísimo sentido del humor que le caracterizaba. Se contaron algunas anécdotas que le hicieron ser temido por los organizadores de actos y deseado por los amantes de la provocación y de la risa. Y se dio a conocer otra anécdota que casi nadie sabía: Eduardo Haro Ibars quemó todos sus escritos pocos meses antes de morir.

Esta noche tendrá lugar, a las 22.30 horas, en la discoteca El Sol de Madrid, un homenaje musical en el que participarán muchos de los artistas para quienes Eduardo Haro Ibars escribió: Joaquín Sabina, Javier Gurruchaga y Ricardo Solfa.

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