El Premio Europeo del Cine se entregará en Madrid en 1992

Pedro Almodóvar y Carmen Maura acapararon ayer buena parte de la atención de los periodistas acreditados en Berlín Oeste para asistir a la entrega del Premio Europeo del Cine, galardón instituido dentro de las actividades del Año Europeo del Cine y la Televisión, que se falló el sábado por primera vez, y que en próximas ediciones se entregará en aquellas ciudades que ostenten la capitalidad cultural europea -Madrid, en 1992-, según dijeron los organizadores y confirmó el director general de CinematografÍa, Fernando Méndez Leite, quien asistió a la entrega junto al ministro de Cultura, Jorge Semprún.

Almodóvar y Maura, que fueron galardonados como director de la mejor películajoven y como mejor actriz, respectivamente, por Mujeres al borde de un ataque de nervios, filme que se estrenará en febrero en la RFA, compartieron ayer la mesa, en conferencia de prensa, con el director polaco Krzysztof KIeslowski, que recibió el premio a la mejor película por Krótki film o ZabIJaniu; con Isabelle Huppert, presidenta del jurado, que concedió los 10 premios oficiales, y con István Szabó, quien recordó la llamada a los cineastas europeos, hecha por diferentes directores, en la que se invita a "preservar la cultura europea mediante la promoción de los verdaderos valores de su cinematografía".

Los otros premios importantes concedidos el sábado fueron para Wim Wenders, como mejor director, por Cielo sobre Berlín; Louls Malle, por el guión en Adiós muchachos, y Max von Sydow, como mejor actor. Posiblemente no se haya visto nunca un número tan espectacular de celebridades del cine europeo como el que se reunió este fin de semana en Berlín. Las reinas del flash fueron Joan Collins, Nastassja Kinski y Ornella Muti, y los cineastas que hacían volverse a la gente fueron Inginar Bergman y Bertolucci.

Almodóvar, en su encuentro con la Prensa, recordó lo que había dicho tras recibir el premio -una estatua de bronce que sólo los más optimistas califican como discreta-, en el sentido de que debe su completa libertad creativa a la madurez de la que goza la sociedad española.