La Comunidad Europea abrirá las fronteras al, 95% de la carne de cerdo, jamones y chorizos españoles

La Comisión Europea aprobará un reglamento que permitirá la venta de carne de cerdo, jamones y chorizos españoles en los restantes países de la CE, como consecuencia de la extinción de la peste porcina africana en la mayor parte de España. La medida entrará en vigor a partir de febrero de 1989, y beneficiará al 95% de la producción nacional de porcino. El Gobierno se compromete a implantar severos controles sanitarios y acepta la prohibición de exportar para las zonas en las que se cría el cerdo ibérico y se produce la totalidad del famoso pata negra. La apertura de fronteras ofrece una salida a un sector deprimido que factura 300.000 millones de pesetas al año, pero le deja privado del más preciado de sus productos.

La totalidad de Huelva y gran parte de otras siete provincias (Salamanca, Cáceres, Badajoz, Sevilla, Cádiz y Málaga) quedarán sometidas al aislamiento sufrido por España desde que en 1960 se declarara la peste porcina africana. En estas zonas de cría extensiva de cerdo subsisten todavía más de 500 focos de peste. La producción en esta reserva sanitaria no es cuantitativamente importante -5% del total-, pero el valor comercial de sus productos de alta calidad supera los 30.000 millones de pesetas.La "desaparición de los Pirineos" para el sector porcino es fruto del éxito de la campaña iniciada en 1985, que ha permitido erradicar la peste en la mayor parte del territorio español. Desde hace más de un año no se ha descubierto caso alguno en el área que quedará liberada. En el plan se han gastado ya 11.000 millones de pesetas, de los cuales un 40% será reembolsado por la CE.

La Comisión Europea tiene elaborado un borrador de decisión, a la espera de que la reunión del Comité Veterinario de la CE de finales de noviembre apruebe el informe técnico que permita dar luz verde al tema. El documento contiene varios considerandos y cinco artículos, y en él figura el mapa con la frontera sanitaria de la zona excluida y los puntos de peste que subsisten.

La propuesta hace referencia al compromiso aceptado por las autoridades españolas, en una carta enviada a la Comisión el pasado 14 de octubre, de aplicar antes del 1 de diciembre medidas sanitarias que ofrezcan garantías totales. Entre ellas destaca la prohición de trasladar animales vivos o canales de cerdos.

Carne fresca

La comercialización de los productos curados procedentes del área bajo control sanitario será permitida en el conjunto del país, pero no en el resto de Europa-, siempre que esté garantizado que procede de animales no afectados por el virus. La peste porcina no representa ningún peligro para las personas, pero éstas pueden ser transmisoras.

El Gobierno se compromete igualmente a proseguir la campaña contra la peste, al control sanitario de todos los animales, a la cornercialización y transporte por separado de los productos de las dos zonas sanitarias en que queda dividido el país y al aislamiento inmediato de las piaras sospechosas de estar afectadas. Los focos de peste deben estar protegidos y sefializados con indicadores en las principales carreteras en un radio de tres kilómetros.

Además de la frontera sanitaria que aísla el área contaminada, la CE obliga a establecer una zona adyacente de vigilancia -entre 10 y 50 kilómetros de extensión- en la que se obliga a inmovilizar los animales durante un mes hasta su envío al matadero. Los controles sanitarios se extienden a las personas y medios de transporte que entren en contacto con cerdos del área prohibida.

La autorización para exportar carne y productos derivados del cerdo procedentes de la parte liberada sólo se aplicará a los animales nacidos a partir del 1 de diciembre, según la propuesta de decisión de la Comisión Europea.

El 22 de septiembre de 1987, España consiguió una apertura parcial para el porcino limitada a los productos cocidos jamón, lacón y mortadela). Esta medida, que entró en vigor el 1 de enero de este año, no ha tenido efectos beneficiosos, porque la carencia de marcas de calidad y de capacidad de penetración en el mercado "nos ha impedido vender un kilo fuera", afirma un representante de los productores. El ministro de Agricultura, Carlos Romero, habló entonces de "un primer regalo de Navidad" para el sector, y prometió para 1989 el segundo.

La exclusión total del pata negra -cuyos símbolos más preciados son el de Jabugo (Huelva), Montánchez (Cáceres) y Guijuelo (Salamanca)priva a los productores del buque insignia que facilitará arrebatar mercados europeos al jamón italinao de Parma y al belga de las Ardenas. Paralelamente, va a provocar una revalorización de los embutidos de zonas liberadas, como Trevélez (Granada), que, aunque no son de cerdo ibérico, gozan de la estima del consumidor.

El sector porcino español se enfrenta a una crisis continua desde el ingreso en la CE, a consecuencia de los precios más bajos en otros países comunitarios, que utilizan integrantes de los piensos como la mandioca, más baratos que el cereal. España es, sin embargo, la segunda potencia porcína de la CE, con una cabaña de 16 millones de cabezas, sólo superada por los 24 millones de la RFA.