Europa y la 'perestroika'
Nueve mil millones de dólares es el total de créditos que cuatro países europeos han concedido a la URSS en poco más de una semana. El último ha sido el préstamo de la banca de Alemania Occidental que Kohl se ha llevado en las maletas a Moscú este lunes. Según The New York Times, esta suma iguala a todos los préstamos otorgados al Kremlin durante los últimos tres años o a casi un tercio de toda la deuda externa soviética hasta el momento.Esto significa que la cuestión de saber si hay que ayudar a Gorbachov y sus reformas ya está dilucidada. Los europeos no sólo dicen sí, sino que se abalanzan a Moscú para proponerle servicios, tecnología y bienes de consumo cuya ausencia de las estanterías soviéticas explica en gran parte el descontento de la población y las incertidumbres de la perestroika.
A Estados Unidos le preocupa de nuevo la idea de que los europeos abastezcan al Ejército Rojo y desequilibren las normas de transferencia de tecnología militar.
Con Nixon y Kissinger el comercio Este-Oeste se utilizó como zanahoria para estimular una moderación soviética que al final no fue rentable. Reagan lo utilizó como palo para castigar la mala conducta de Breznev y sus dos sucesores inmediatos. Hoy se utiliza para recompensar unas reformas que por fin se empiezan a poner en práctica, pero que están lejos de su completa realización.
25 de octubre
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