Los 'doce' aprueban la exportación de 200.000 toneladas de aceite de girasol

El Comité de Gestión de Grasas de la CE decidió la exportación de 200.000 toneladas de aceite de girasol español procedente de la actual campaña. Esta medida, según ha señalado el presidente del FORPPA, Vicente Albero, supone la posibilidad de colocar en el exterior todos los excedentes que se habían estimado para este año y que estaban condicionando el desarrollo de la campaña de compras de la materia prima en el campo.La producción de pipa de girasol en España se ha estimado este año en 1.250.000 toneladas. Esta cantidad, con un rendimiento mínimo medio del 40%, equivale a unas 500.000 toneladas de aceite. Frente a estas cantidades en aumento, el consumo ha sufrido en los últimos años una grave caída, situándose en estos momentos en unas 300.000 toneladas, con lo que el sobrante se eleva a 200.000 toneladas.

La Administración española y las industrias defendieron en Bruselas la necesidad de unas exportaciones mínimas de 200.000 toneladas. La respuesta de la Comunidad Europea en este caso ha colmado las demandas españolas.

Mantener los precios

En la campaña anterior, aunque la cifra global de las exportaciones fue de unas 100.000 toneladas, sus efectos sobre el mercado español no fueron muy importantes al concederse las autorizaciones a lo largo de toda la campaña. En esta ocasión, sin embargo, para las 200.000 toneladas que se podrán exportar con restituciones comunitarias ya se ha abierto la ventanilla para presentar las peticiones hasta un total de 135.000 toneladas.

La decisión de la Comunidad Europea se considera un paso decisivo para mantener los precios de la pipa en el mercado interior, al tener los industriales buenas perspectivas para la venta del aceite en los principales mercados internacionales.

España tiene un techo de producción de pipa de girasol de 1,41 millones de toneladas, cifra por debajo de la cual la Comunidad Europea está obligada a conceder ayudas para la exportación y sin que haya penalización para los agricultores. Los industriales españoles y la Administración han luchado durante los últimos años para mejorar las condiciones en que quedó el sector tras el Tratado de Adhesión de España a la CE, con unos resultados positivos.