Castro promete que podrán salir de Cuba todos los que quieran y consigan visados
Un cambio de política por de de la próxima Administración de EE UU respecto a Cuba influiría directamente en la mejora de la situación de derechos humanos en la isla. Éste es el eje del mensaje transmitido por las autoridades de La Habana a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que ha visitado la isla durante 10 días. Además, el presidente Fidel Castro prometió autorización para la salida de Cuba de todas aquellas personas que deseen hacerlo, siempre que la ONU se comprometa a conseguir los visados necesarios.
El Gobierno cubano cree haber pasado la prueba de la visita de la comisión internacional. En opinión de un alto funcionario del régimen, si los seis enviados por la ONU actúan de manera objetiva e imparcial, tendrán que plasmar en su informe el avance logrado por las autoridades cubanas en ese terreno.El resto, la apertura de mayores cauces de libertad y de participación interna, depende, tal como considera La Habana, de que Estados Unidos cambie su política de presión sin concesiones al único sistema comunista de América Latina.
"Una normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos en virtud de los cambios que pudieran tener lugar, sea quien fuere el próximo presidente norteamericano, podría contribuir a que internamente en Cuba hubiese menos gente dedicada a acciones contrarrevolucionarias y, por tanto, menos presos contrarrevolucionarios; podría contribuir a que emigrase toda la gente que lo deseara, y podría contribuir, en definitiva, a que el clima fuera menos tenso internamente", afirma el viceministro de Relaciones Exteriores, Raúl Roa, anfitrión de la comisión de las Naciones Unidas en Cuba.
Mejora de relaciones
Entre los aspectos que se podrían ver positivamente afectados por una mejora de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se encuentran el de los permisos para salir y entrar del país, la apertura de un campo Para la participación de las organizaciones ilegales de oposición, la liberación de mayor número de presos políticos y hasta, en última instancia, la supresión de la pena de muerte que, según la versión oficial, se mantiene en Cuba como argumento disuasorio contra quienes pretenden participar en actividades patrocinadas por los servicios de espionaje norteamericanos.
Raúl Roa confirma que de sus conversaciones con los representantes de la Organización de las Naciones Unidas se desprende que el principal problema denunciado por la población cubana fue el de las trabas para la emigración.
El funcionario asegura que el tema fue personalmente abordado por Fidel Castro en su reunión del pasado día 26 de septiembre con los integrantes de la comisión. "El presidente cubano les dijo precisamente que si la comisión era capaz de conseguir todos las visados, tanto de Estados Unidos como de Europa occidental, para las personas que se quieran ir del país, no habría ningún problema", informa Roa.
El representante del Gobierno afirma que las autoridades de la isla sólo excluyen actualmente de cualquier posible negociación para abandonar el país a los profesionales cualificados y a las personas a las que se considera en poder de secretos para la seguridad del Estado.
Raúl Roa admite, sin embargo, que existe una porción de la población cubana deseosa de abandonar la isla, bien sea, según su opinión, porque no quieren convivir con un régimen socialista o, simplemente, porque esperan mejorar su nivel de vida y de consumo trasladándose a un país de economía capitalista. El funcionario gubernamental considera que "es cierto que se produce un rechazo, un repudio a los que se van del país, pero no existe una política encaminada a que se produzca ese rechazo o ese repudio". Surgen, según él, de forma espontánea entre la población.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.