El Gobierno eleva al 5% su objetivo de precios para este año y mantiene el 3% sobre 1989
El Gobierno estima que este año terminará con el índice de inflación al 5%, un 66% superior a su objetivo inicial. En cambio ha decidido mantener el 3% como objetivo para 1989, aun cuando lo considera "exigente, pero riguroso y realista", según declaró ayer Carlos Solchaga, quien advirtió, no obstante, de una posible revisión del mismo y de la propia, política económica en la próxima primavera. Los sindicatos UGT y CC OO calificaron en seguida estos objetivos de irresponsables.Al presentar los Presupuestos Generales del Estado para 1989, revelados ayer por este periódico, el ministro se resistió a apuntar qué subida salarial será compatible con el 3%. Pero los escenarios macroeconómicos lo dicen claramente: hasta el 4,9% de media por trabajador. El propio Ejecutivo ha previsto para el personal de las administraciones centrales un incremento por persona cercano al 10%.
"Es importante", contestó Solchaga a una pregunta sobre la credibilidad del objetivo para 1989 a la vista del actual rebrote de los precios y de las expectativas, "que siga siendo exigente, aun a riesgo de equivocarse". Pero negó que esto vaya a derivar en una pérdida del poder adquisitivo para los cerca de ocho millones de pensionistas y funcionarios. "Se han aplicado al 90% de los pensionistas actualizaciones por encima del objetivo", dijo, "y el 4% de subida pactado como mínimo en ambos casos va a afectar al 20% de los funcionarios, pues el otro 80% se verá beneficiado por homologaciones o derivas, como los 300.000 enseñantes y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado".
Aumentos salariales
El ministro apuntó que, como sólo habrá un aumento de plantillas del 1% por la oferta pública de empleo, los deslizamientos alcanzarán cinco puntos. En efecto, los presupuestos consolidados de las administraciones públicas prevén un 10,8% de aumento en los gastos de personal, que se reparte así por centros gestores: Estado, 9,8%; organismos autónomos, 16,9%; organismos autónomos comerciales, industriales y financieros, 6,6%, y Seguridad Social, 14,1%.
Solchaga dijo que no tiene una sola respuesta lo de qué aumento salarial será compatible con el objetivo de inflación, lo cual dependerá también de los precios de las importaciones y de los impuestos, entre otros factores. Y afirmó que, a pesar de haber decidido mantener el 3% como objetivo (el Consejo de Ministros consideró la posibilidad de subirlo al 3,5% o 4% y la descartó por iniciativa del propio Solchaga), "el Gobierno, en 1989, no esperará a que se produzcan sustos para reconsiderar la inflación prevista. En primavera ya dirá si se puede alcanzar manteniendo la línea de política económica o diciendo qué se va a modificar". Las correcciones de política fiscal que acompañarían a las medidas monetarias podrían incluir una baja del gasto público.
En cambio, los escenarios macroeconómicos y presupuestarios presentados ayer hasta 1992, en los que se han introducido mínimas correcciones respecto a la versión difundida hace un mes por EL PAÍS, apuestan, para 1989 y años siguientes, por un avance del peso del gasto público sobre el conjunto de la economía y una reorientación del mismo hacia las infraestructuras y los servicios sociales. En esta línea, los objetivos declarados para los presupuestos de 1989 son los mismos que en 1988: mantener y consolidar el crecimiento de la economía, seguir el proceso de saneamiento de la Hacienda pública y reorientar el gasto hacia Un mayor esfuerzo inversor en infraestructuras y mejora de los servicios sociales básicos.
Horas después de la conferencia de prensa de Solchaga, la UGT calificó de "irresponsabilidad absoluta" el nuevo objetivo de inflación del 5% para este año, y denuncia el "doble juego" que supone fijar un objetivo bajista al principio del año, para luego modificarlo al alza y después quedarse algo cortos, según declaraciones de Apolinar Rodríguez, secretario de acción sindical. Sobre el 3% para 1988 dijo que es un objetivo "desvergonzado" que provoca una falta de credibilidad en los agentes sociales a la hora de pactar los salarios, "lo que rompe una tendencia seguida hasta ahora de negociar sobre la inflación prevista".
CC OO calificó los presupuestos para 1989 de "socialmente regresivos", porque "la lucha contra el paro y las mejoras sociales se sacrifican por el control de una inflación no conseguida".
[El diputado democristiano Luis Ortíz señaló ayer que el proyecto de ley de Presupuestos remitido al Parlamento no consta de documentación aneja, por lo que imposibilita el trabajo de los grupos parlamentarios de cara al debate; informa Europa Press.]
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