_
_
_
_
_

Deslucida inauguración del Festival de Otoño en El Escorial

El concierto de carillón no se pudo escuchar

La deslucida inauguración del Festival de Otoño de Madrid congregó a un numeroso público que inútilmente intentó escuchar desde la lonja del Real Monasterio de El Escorial el anunciado concierto de carillón, que no funcionaba desde que sufriera un incendio en 1826. A este caótico inicio se sumó el hecho de que a la mayoría del público invitado, incluidas autoridades, se le impidió la entrada al concierto de órgano de Montserrat Torrent debido a que la basílica donde se celebraba no admitía más aforo.

Se dio la paradoja de que una de las máximas personalidades políticas presentes fue Alberto Ruiz Gallardón, vicepresidente de Alianza Popular, dada la ausencia de autoridades gubernamentales o de la comunidad de Madrid, a excepción de algunos consejeros de esta última administración.Mientras el concierto ofrecido por el experto holandés Jacques Maassen empezaba con retraso, el público, al que se le impedía la entrada a pesar de llevar su invitación en la mano, se agolpaba en las puertas, cerradas a cal y canto, y gritaban: "¡Puntualidad, puntualidad!", exigiendo con ello el comienzo del concierto. Lo que no sabían es que éste llevaba ya un tiempo transcurrido y que a pesar de que se supone que puede ser oído en tres kilómetros a la redonda, en la propia lonja del monasterio nadie oía nada. Parece ser que en el interior sí consiguieron oir a las nuevas y flamantes 47 campanas parte del público asistente. Tras estos incidentes, las dificultades para entrar al concierto de órgano de Montserrat Torrent en la basílica del monasterio no fueron menores.

Los privilegiados que pudieron acceder a la basílica, tras el concierto del carillón, se encontraron con un recital de órgano que apenas se oía, sobre todo en un principio. La propia Monserrat Torrent se mostraba apesadumbrada y no ocultaba su desolación por este concierto que, en otras condiciones, hubiera sido altamente gratificante para los asistentes: "Me dijeron que de los siete órganos que existen en el monasterio sólo podía utilizar uno, que no es precisamente el más idóneo", comenta Montserrat Torrent, "parece ser que ello es debido a que los otros están inutilizados". Montserrat Torrent, que a pesar de las circunstancias consiguió ser escuchada y disfrutada en la segunda parte, ofreció obras de Scarletti, Matthias van den Gheyn, Soler y Haydn.

Tras ambos conciertos se ofreció una recepción en la que tomaron la palabra Ramón Espinar, consejero de Cultura de la comunidad de Madrid, entidad organizadora del Festival de Otoño, Federico Sopeña, quien recordó la importancia del hoy restaurado carillón en tiempos de Felipe II, y el escritor José Luis Aranguren, quien propuso la creación de la Asociación de Amigos del Festival de Otoño.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_