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España reducirá su aportación del 13%, que ya había comprometido, en el desarrollo del caza europeo

Carlos Yárnoz

El Gobierno español tiene previsto reducir su anunciada participación del 13% en el desarrollo del Avión de Combate Europeo (ACE), y ése es el motivo por el que está retrasando la firma del acuerdo definitivo sobre el programa, ya suscrito en Bonn el pasado 16 de mayo por los ministros de Defensa de los otros tres países comprometidos. Fuentes oficiales reconocen que la postura española está siendo condicionada por el alto coste del programa para España (unos 600.000 millones de pesetas) y por las presiones de Francia para que España participe en el desarrollo del caza francés Rafale.

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El Consejo de Ministros decidirá en una de sus próximas reuniones cuándo se firma el compromiso sobre el ACE y qué porcentaje (le participación se aprueba. Hasta el momento, el Reino Unido se ha comprometido a participar con un 33% de los gastos del programa, porcentaje igual al de la República Federal de Alemania, mientras Italia lo hará con un 2 1 %. Los ministros de Defensa de estos tres países firmaron en mayo pasado en Bonn el acuerdo para materializar la llamada fase de desarrollo del avión, en la que se invertirán 1,2 billones de pesetas.España, cuarto país participante en el compromiso, no firmó el documento, aunque entonces anunció que lo haría en breve. En la actualidad aún no lo ha hecho, pero a comienzos del próximo mes comenzarán a proponerse ofertas concretas por parte de consorcios europeos para la fabricación de partes del avión, por lo que España debe definir pronto su compromiso.

En las actuales circunstancias de compromiso (el 13% español), la firma del documento por parte de España supondría un desembolsó de unos 150.000 millones de pesetas para la citada fase de desarrollo. Al margen de este gasto, se calcula que cada avión costará al final unos 5.600 millones de pesetas, según aseguró hace dos meses el ministro de Defensa británico, George Younger. Corno España tiene previsto adquirir un centenar de aviones ACE, la inversión final española superaría los 600.000 millones de pesetas (el doble del programa FACA, por el que en 1983 se adquirieron 72 aviones estadounidenses F-18). El Reino Unido y la R.FA prevén adquirir 250 aviones cada uno, e Italia, 165.

Costes elevados

El Gobierno español estima que los costes son demasiado elevados y ahora cree que debe ser rebajado el porcentaje de participación, extremo que, lógicamente, repercutirá negativamente sobre los otros tres países. "España ha expresado su preocupación por el coste del proyecto", señaló Serra el pasado 21 de abril tras entrevistarse en Londres con Younger para tratar, entre otros asuntos, del ACE.

Pero los problemas presupuestarios, aun siendo los más importantes, según las fuentes oficiales, no han sido los únicos que inciden en el retraso que España arrastra en este terreno. En los meses anteriores al verano, técnicos estadounidenses visitaron a las autoridades del Ministerio de Defensa para convencerles de la supuesta conveniencia de que, en lugar de participar en el ACE, España adquiriera versiones avanzadas de los aviones norteamericanos F-16 (el Agile Falcon) o F- 18 (el Hornet 2000), cuyo coste por unidad sería menor que el del ACE.

A estas presiones, ya superadas, se han sumado durante los últimos años, pero especialmente en estas últimas semanas, las de las autoridades francesas. Francia, inicialmente unida al proyecto ACE, se desligó del mismo en agosto de 1985 y optó por continuar por separado -sin ningún país como socio- la construcción del avión Rafale, cuyos prototipos ya vuelan desde hace tiempo, aunque todavía deben desarrollarse nuevos sistemas de aviónica, armas o radar.

Excelentes relaciones

Las presiones de Francia -cabe recordar que España mantiene unas excelentes relaciones en materia de defensa con el país vecino- están encaminadas a conseguir que el Gobierno español decida participar en el desarrollo del Rafale. Las gestiones francesas son muy fuertes, aseguran las fuentes oficiales.

El propio jefe del Ejecutivo, Felipe González, ha pedido en los últimos días al titular de Defensa, Narcís Serra, que le envíe abundante documentación sobre el ACE y el Rafale, ya que el primer ministro francés, Michel Rocard, desea hablar directamente con su homólogo español sobre esta cuestión. Además, para los próximos días 8 y 9 está prevista en León una nueva reunión interministerial franco-española en la que, entre otros, participarán los ministros de Defensa de ambos países, Serra y Jean-Pierre Chevènement. En esta reunión se tratarán sobre todo asuntos relacionados con la próxima presidencia española de la CE, pero uno de los puntos importantes será el del ACE y el Rafale.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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