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EL FUTURO DE UNA DICTADURA

Accidentada campaña

En las últimas dos semanas se han incrementado las manifestaciones directas contra el general Augusto Pinochet, funcionarios del Gobierno y partidarios del sí. En provincias, el ministro de Hacienda, Hernán Buchi, fue apedreado por universitarios y el ex ministro del Interior y presidente de Renovación Nacional, Sergio Onofre Jarpa, fue zarandeado por opositores. Pinochet, a quien durante 15 años sólo en dos ocasiones le gritaron "asesino" en su presencia, ha soportado abucheos de sacerdotes, estudiantes y el apedreo de pobladores (habitantes de barrios populares) a su comitiva desde que fue designado candidato al referéndum de sucesión presidencial.El candidato casi no ha podido hacer manifestaciones en favor suyo sin incidentes con opositores en los primeros días de campaña oficial. Es un proceso de creciente pérdida del miedo, protagonizado por jóvenes. La dirección del partido comunista, que infructuosamente busca la unidad con el Comando del No, ha intentado encauzar este fervor popular. Pero en las barriadas obreras quienes radicalizan las protestas son en su mayoría pobladores de las Juventudes Comunistas, acuciados por la represión policial y la pobreza.

El miembro del comité central de este partido y ex diputado Luis Guastavino denunció, en su discurso junto a la tumba de Salvador Allende, que "hay una plan norteamericano, coordinado con la dictadura para crear el terror y los pretextos que permitan la represión o el autogolpe". El dirigente acusó que hay provocadores e infiltrados que desean "que cada manifestación termine quebrando vidrios en las vitrinas, quemando buses, dando vuelta autos", e hizo un llamamiento a "luchar por lo que se piensa, pero transar en una ecuación global que nos englobe a todos".

La derecha, tras Pinochet

La radicalización de la campaña previa al plebiscito estimuló a la casi totalidad de la derecha a enrolarse detrás de Pinochet. Aunque en las filas derechistas no hay unidad, los partidos Avanzada Nacional, UDI por el Sí, Renovación Nacional (firmante del Acuerdo nacional para la transición a la democracia), Democracia Radical, un sector del Partido Nacional y de la socialdemocracia apoyan al candidato único.

La llamada derecha democrática, desencantada del régimen que apoyó en 1973, se restringe a un sector del Partido Nacional, una fracción de la socialdemocracia, colectividades minúsculas y unos pocos ex funcionarios, ministros del Gobierno y empresarios.

Ante el riesgo de que la mayoría del Partido Nacional terminara en un llamamiento a votar en favor del no, el régimen presionó para una división interna.

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