Un debate en Santander refleja el buen momento de la escultura
Nunca, hasta ahora, se había hablado aquí tanto y tan apasionadamente sobre escultura y, sobre todo, acerca de su espléndida floración actual. El seminario celebrado en la UIMP bajo la dirección del profesor de Historia del Arte y crítico Francisco Calvo Serraller ha visto el salón de la reina repleto de un público joven.A diferencia de otros cursos, éste no se ha clausurado con conclusiones al uso, pero, según Calvo, lo importante es que "aquí se haya hablado y mucho de escultura desde perspectivas filológicas, estéticas e históricas".
El seminario tuvo una primera parte teórica y otra se centró en el testimonio de varios jóvenes escultores. Sobre Del minimal a nuestros días habló la directora de exposiciones de la fundación Caja de Pensiones, María Corral, quien recordó cómo al final de los años sesenta los diferentes movimientos y escuelas parecían haber alcanzado un punto de no retorno, especialmente la dialéctica entre minimalismo, arte de la forma pura, y conceptualismo, arte de la pura idea. El minimalismo no fue desmantelado y los artistas se concentraron en hacer que su obra reflejara una más vigorosa y mundana aceptación del arte y la vida.
En tanto que Calvo Serraller reflexionó sobre la escultura actual, Simón Marchan se refirió al descubrimiento de la finitud. La crítica de arte Aurora García analizó la situación de la cultura española de los ochenta entre lo autóctono y la renovación del lenguaje.
Varios escultores relataron, en mesas redondas, su proceso de creación. Miquel Navarro, pintor antes que escultor, confesó que su obra se halla influenciada por el constructivismo ruso.
Fernando Sinaga afirmó "no tener nada que ver con la escultura y ser ésta la única forma de avanzar en la escultura". Los territorios, según él, se están desplazando, la situación se ha hecho fronteriza y en tales límites se hace hoy una obra mucho más diversa y con resultados más complejos. Cree que las fuentes de inspiración están hoy en la historia, la poesía, la futurología y el diseño.
Juan Muñoz se definió como un artista tradicional. "Lo que el artista dice que es arte, arte es. Cada pieza exige una voluntad de estar allí, la interacción con el espectador". A Muñoz le interesa la gente capaz de emocionarse. Lo que el artista hace es engañar a su espectador constantemente en una tentativa de lograr que crea con plenitud en lo que tiene delante.
Babelia
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