'El huerto escondido'

Me gustaría añadir algo al hermoso y documentado artículo de José María de Areilza El huerto escondido (EL PAÍS, 12 de julio de 1988), sobre el monasterio de las Descalzas Reales. Para quienes amamos la música, ese edificio madrileño nos trae, ante todo, el recuerdo de Tomás Luis de Victoria (1548-1611).El polifonista castellano fue capellán de la emperatriz María,

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viuda del emperador Maximiliano II de Austria y hermana del rey Felipe II.

La emperatriz se había retirado al citado monasterio con su hija, la princesa Margarita, y llamó junto a sí al maestro, que estaba en Roma y había hecho saber su deseo de tornar a la patria. El compositor abulense, tenido universalmente como uno de los mayores músicos de su tiempo, pasó sus últimos años (desde 1595 hasta su muerte) ligado a la capilla musical de las Descalzas Reales, por cuyo jardinete pasearía muchas veces y en cuyo convento está enterrado. Allí escribió, a la muerte de la emperatriz, su impresionante Requiem (Officium defunctorum in obitu et obsequiis sacrae imperatricis, Madrid, 1605), monumento máximo de la polifonía europea de la etapa manierista.- Andrés Ruiz Tarazona.