El protagonista de 'Hill Street', atracción del festival de Gijón

Daniel J. Travanti, el actor norteamericano que encarna el personaje del capitán Furillo en la popular serie de televisión Canción triste de Hill Street, capitaliza el interés de los asistentes y los espectadores del 26º Festival Internacional de Cine de Gijón, que se inauguró en esta ciudad el pasado viernes.A Daniel J. Travanti, que forma parte del jurado internacional que decidirá los premios del certamen gijonés, no le agrada que se le recuerde y se le asocie únicamente con el personaje del policía que interpreta en el popular telefilme, y evita utilizar el nombre de su personaje. "Su nombre me ahoga como actor", declaró. "Él es un personaje y yo soy una persona, que es algo mucho más complicado y mucho más interesante".

Daniel J. Travanti nació en los alrededores de la ciudad de Chicago, Illinois, y vive desde hace más de 20 años en California, donde tiene su residencia habitual, lo que no le impide mantener también, desde hace cinco años, una casa en Nueva York. Dice el actor: "Tengo dos costes de vida, dos presupuestos familiares, lo que es algo verdaderamente provocativo".

El futuro de los festivales

El director cinematográfico español Miguel Picazo (que se hizo famoso en la década de los años sesenta con el filme la tía Tula y que hace tres años realizó la película Extramuros), que también forma parte del jurado internacional del festival de Gijón, declaró que no cree demasiado "en el futuro de los festivales especializados en un determinado género cinematográfico".También manifestó Miguel Picazo que el lenguaje de las imágenes es una conquista irreversible de la humanidad y que, por ello, es un legado que nunca se perderá. "Cambiará probable mente el soporte, y no tengo ni idea de cuál será el futuro del cine". Picazo afirma que cree que el público, gracias a las nuevas técnicas, como el vídeo, ve ahora más cine que nunca, pero que el vídeo no acabará con las salas ci nematográficas, aunque algunas de éstas no contribuyan, por su incomodidad, a mantener la afición al cine.