Sting inició ayer en Barcelona su segunda gira española

El cantante británico Sting inició en la noche de ayer su segunda gira en solitario por tierras españolas. El primero de los cuatro conciertos previstos se celebró en la plaza de toros Monumental de Barcelona. Mañana, viernes, se presentará en Valencia, el sábado lo hará en Madrid y el domingo concluirá la tanda de actuaciones en Zaragoza.

En unas manifestaciones realizadas al suplemento de EL PAÍS que se publicará este domingo Sting ha señalado: "No vivo en ningún lugar, no tengo un sitio que yo llame mi hogar, no tengo a mi alrededor gente con la que haya crecido, no tengo raíces, y mi música refleja eso, una persona sin raíces. Normalmente eso puede ser considerado algo negativo, malo, pero para mí no lo es".El supuesto desarraigo, lejos de jugar a la contra, no fue óbice para que el cantante agotara todas las localidades en su primer concierto de esta gira, para asombro de propios y extraños.

En las taquillas barcelonesas no quedaba ni una sola entrada disponibles desde dos semanas antes. El aforo de la plaza de toros Monumental se acerca a las 20.000 localidades. Días atrás habían corrido insistentes rumores sobre la posibilidad de que Sting realizase un segundo concierto o, en su defecto, de que se trasladara esta única actuación a un espacio mayor. Se apuntaba como recinto seguro el mini-estadio del F.C. Barcelona, capaz para soportar el doble del aforo permitido por la plaza de toros, pero finalmente ambas posibilidades fueron desmentidas por la organización, quedándose miles de ciudadanos con la decepción por toda respuesta.

Reventa

Esta falta de entradas provocó una de las especulaciones de reventa más importantes de los últimos tiempos en la capital catalana: era imposible encontrar una entrada por menos de 15.000 pesetas. La rápida organización de viajes en autocar a Valencia y Zaragoza para poder asistir al concierto fue la otra cara del mismo fenómeno.En realidad ya la anterior actuación de Sting en Barcelona, el 10 de febrero de 1986, registró un lleno impresionante del palacio de los deportes rozando el overbooking. El recuerdo de esa actuación que, a pesar de una ligera afonía del cantante, fue calificada como una de las más importantes de aquella temporada y el éxito de sus tres siguientes discos -el doble directo que recogía algunas actuaciones de aquella gira, Nothing like the sun y el reciente mini elepé conteniendo varias de sus canciones en castellano y portugués- habían provocado una oleada de expectación en la ciudad, reflejada en los letreros de no hay localidades.

Esta segunda gira por España lleva por título A night with Sting. El nuevo montaje del ex-Police viaja en cinco camiones especiales y tres autocares, incluye a 65 personas de plantilla y utiliza sobre el escenario 225.000 vatios de potencia sonora.

La nueva banda que le acompaña en estos conciertos conserva a dos de sus antiguos compañeros: el saxofonista Brandford Marsalis y el teclista Kenny Kirkland, que no dudan en dejar de lado sus interesantes actividades jazzisticas cuando el cantante británico les llama. También destaca la presencia del percusionista Mino Cinelu, conocido por sus actuaciones con Miles Davies y Weather Report.

El resto del grupo es tá formado por la bajista Tracy Anne Wormwoth, el guitarrista Jeffrey Lee Campbell, el batería Jean Paul Ceccarelli y el teclista Delmar Brown.